La falta de autonomía financiera asfixia a los ayuntamientos

RIBEIRA

MARCOS CREO

Alcaldes como el de Ribeira afirman: «Tengo menos recursos que en el año 2009»

18 feb 2019 . Actualizado a las 19:29 h.

Más competencias, más burocracia y menos financiación. Así resumen los alcaldes la situación de las arcas locales y algunos, como el ribeirense Manuel Ruiz, afirman: «Tengo menos recursos que en el año 2009». El problema radica en el hecho de que los concellos ven aumentados los servicios de los que deben hacerse cargo sin que ello implique un incremento de los fondos. Como ejemplo, Manuel Ruiz indica que la reciente ley que permite la jubilación de los policías locales a los 65 años incrementa los costes sociales y que, en el caso de Ribeira, supone un desembolso a mayores de 65.000 euros anuales. A ello hay que sumar la ley de bienestar animal que, dice Ruiz, son otros 30.000, o el mantenimiento de los centros de salud, cuyo coste anual cifra el sonense Luis Oujo en unos 100.000 euros.

Recientemente, a la bolsa de atribuciones de los ayuntamientos se han unido dos nuevas: limpieza de cauces fluviales en el tramo urbano y control sobre las edificaciones que tengan más de cincuenta años, una medida que hasta ahora solo debían cumplir los municipios con más de 20.000 habitantes. Sobre la adecuación de los ríos, comenta el boirense Juan José Dieste que la competencia es de Augas de Galicia, «es la que concede los permisos», al tiempo que precisa: «El río Coroño, por ejemplo, está en el límite entre lo urbano y lo rural. ¿Qué va a suceder?». Dieste se muestra firme y manifiesta: «Nuestras competencias deben ser claras y venir acompañadas de la correspondiente financiación». 

Sin avances

Los ayuntamientos dieron recientemente un golpe sobre la mesa para indicar que la situación no puede continuar así porque, explican, aunque sus presupuestos anuales vayan en aumento disponen de menos cuantía para invertir porque deben dedicar los fondos a cuestiones que nada tienen que ver con la acción política local. 

En relación a esta cuestión, el rianxeiro Adolfo Muíños comenta que la escuela infantil depende del consorcio gallego, pero que los fondos municipales aportan cada año 80.000 euros para ella: «As Administracións superiores decidiron que os concellos somos contribuintes». Por su parte, Juan José Dieste, explica que también hay un aumento de la burocracia: «Los funcionarios dedican mucho tiempo a trámites que nada tienen que ver con el ámbito local». El boirense no esconde su desánimo: «Ni la FEMP y la Fegamp están resolviendo el problema. Llevamos dos años peleando por la regla de gasto y el superávi sin haber conseguido nada».