La hostelería de Boiro, A Pobra, Ribeira y Porto do Son afronta el «quinto golpe»
RIBEIRA
Los profesionales sienten que vuelven a ser los perjudicados por la subida de casos
26 jul 2021 . Actualizado a las 21:28 h.Lo definía a la perfección Diego Outeiral desde la cafetería Plaza del municipio boirense: «Os damnificados sempre somos os mesmos e o esgotamento mental xa é total. A quinta onda é para nós o quinto golpe». Este sábado entraron en vigor las nuevas restricciones y en los locales hosteleros de Boiro, A Pobra, Ribeira y Porto do Son solo pueden consumir en el interior las personas que presenten el certificado de vacunación, una PCR o test de antígenos negativo de hasta 72 horas de antelación o los que hayan superado el covid. David Piñeiro, en el Tres Catorce, señalaba: «Mellor isto que pechar», aunque reconocía que «a presión que exercen sobre o gremio é insoportable. Que teño que ter a un de seguridade na porta?».
Otros no estaban tan contentos. Juan Vila, desde A Batea de Juan, se mostraba crítico porque se hayan relajado restricciones, como suprimir el toque de queda, y se optara por realizar actos festivos y también que «aquí se pida vacunación, pero ¿para entrar en un supermercado, en una tienda o en un centro comercial?». En este sentido hablaban María de la Paz Seoane y José Manuel Vidal desayunando en el interior de un local, con su correspondiente certificado de estar inmunizados: «É un pouco molesto para os bares, porque non son policías. E que pasa, na terraza non hai contaxios? Nos mercadillos andamos máis pegados».
A este punto se refería Outeiral, quien apuntaba que «xa houbo mesas que deixamos de facturar porque algún dos membros non podía demostrar que era apto para entrar. E se só poden acceder os que cumpran os requisitos para que sexa seguro, por que non podo traballar ao 100 %?».
Carteles e información
En Ribeira, Juan Manuel Blanco comentaba en la cafetería Golfox que «estamos informando á xente e temos carteis avisando. Polo de agora, parece que hai concienciación e os que entran ensinan os certificados. Houbo un par de menores aos que lle explicamos a norma e foron para a terraza sen problema».
Pero hasta clientes como Nati Seráns y Luis Romero afirman que no ven del todo acertada la medida, «porque os máis prexudicados son os profesionais da hostalaría e a xuventude, que aínda non pode estar vacinada».
Dudas en el sector sobre si se puede acceder a los baños sin certificado
El primer día con las nuevas medidas también dejó dudas. La más significativa es si una persona que está consumiendo en la terraza y no tiene ningún certificado exigido para hacerlo en el interior puede ir, por ejemplo, a los baños. Uxía Olveira, en la cafetería Arcos de Ribeira, mantenía que la norma lo impedía y cuestionaba que, sin embargo, «no haga falta nada para ir a un centro comercial, donde hay aglomeraciones, o a otro establecimiento». Por su parte, Diego Outeiral indicaba que «ao igual que os traballadores non teñen que demostrar nada porque nunca se quitan a máscara, nós o vemos igual para quen queira entrar ao baño, a pagar ou a mercar tabaco, que o vai facer sen retirala».