Día «histórico» en Ribeira al dar vía libre al demandado traspaso de la UCA al Sergas
RIBEIRA
La corporación aprobó por unanimidad una integración «de xustiza social»
01 dic 2025 . Actualizado a las 17:03 h.Unanimidad en la corporación municipal de Ribeira para dar luz verde al traspaso de la Unidade de Condutas Aditivas (UCA) del Concello al Sergas, que se hará efectivo el 1 de enero. Los grupos políticos coincidieron en calificar este día de «histórico» al colmarse una larga reivindicación: que las personas adictas sean atendidas dentro del sistema sanitario público —en igualdad de condiciones con los demás pacientes— y no desde un ayuntamiento. Desde su apertura en 1993, hace más de 30 años, el servicio ha atendido a más de 3.000 vecinos de Rianxo, Boiro, A Pobra, Ribeira y Porto do Son.
La integración de la UCA en la Administración autonómica se efectúa a todos los niveles, tanto en lo que respecta a medios materiales como a humanos. Según explicó la alcaldesa, hay «dous casos particulares» en la plantilla. Uno de ellos atañe a la asesora jurídica de Renacer, que lleva haciendo «un labor indispensable» en Coroso desde hace tres décadas y el Concello considera que aunque no es personal municipal, debe continuar en la estructura de la UCA. «Penso que o Sergas vaino ter en conta», apuntó María Sampedro.
El otro caso tiene que ver con una auxiliar administrativa que ahora está de baja y ha manifestado al Concello su deseo de permanecer en el cuadro de personal municipal, pero la persona que la está sustituyendo «faise constar» para que el Sergas, si tiene a bien, cuente con ella. PP, PBBI, BNG, PSOE y el grupo no adscrito dieron luz verde al traspaso con una enmienda que incluye estas particularidades.
Tras la exposición de la regidora, el primero en tomar la palabra fue el exconcejal de Sanidade, Juan Luis Furones, quien se congratuló de haber presenciado este «día histórico» que creyó que nunca vería. Calificó el logro como un asunto de «xustiza social» que servirá para desestigmatizar a los pacientes objeto de tratamiento.
Su compañera de grupo, Tania Redondo, agradeció a los trabajadores de la unidad su implicación y trabajo, al igual que los demás portavoces municipales, que se deshicieron en elogios hacia lo que la alcaldesa definió como «unha familia».
El futuro del edificio
Desde el PSOE, Francisco Suárez-Puerta elevó a la UCA de Ribeira como «referente en Galicia» y puso sobre la mesa la necesidad de consensuar algún otro uso para el edificio, ya que la Consellería de Sanidade prevé trasladarlo al futuro centro de salud. El gobierno local cogió el testigo y se comprometió a «pelexar» por él «cando toque», en palabras de María Sampedro.
El inmueble es propiedad de la Tesorería General de la Seguridad Social, por lo que ahora que el servicio de atención a las adicciones pasa a depender del Sergas, el pleno también aprobó —por unanimidad— desistir de la solicitud de asumir la titularidad del edificio.
El portavoz del BNG, Luís Pérez Barral, propuso que cuando esté vacío se destine a fines educativos para que el CIFP Coroso «poida seguir crecendo e aumentando ciclos». Definió el traspaso al Sergas como «un acto de xustiza, un avance e unha conquista dos traballadores».
Por su parte, el edil de Sanidade, Vicente Mariño de Bricio, recordó que la UCA costaba medio millón de euros al año, de los cuales la Xunta aporta 384.000 euros, y que la transición se hará «desde la máxima colaboración» para dar un paso «por una atención más justa y eficiente».
La portavoz popular, Ana Barreiro, garantizó que la integración «redundará nunha mellora da calidade asistencial».