Los futuros profesores de la Universidade de Santiago son mujeres y los informáticos, hombres

S. L. SANTIAGO / LA VOZ

CARBALLO

SANDRA ALONSO

La OCDE apunta que la media de mujeres que cursan sus estudios en las TIC no supera el 12 % en España

14 sep 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Es muy probable que cuando los gallegos que ahora nacen se incorporen a Educación Infantil sea una profesora la que les dé clase, pero del mismo modo es factible que quien lleve las comunicaciones y la red informática del colegio sea un hombre; será una mujer la que atienda a los pequeños cuando sufran un accidente en el patio y por los pasillos se encontrarán con varones que ejercen como profesores de Química o de Filosofía que les darán clase a los alumnos mayores. Adivinar el sexo de las personas que van a ejercer esas profesiones no es difícil porque coincide con las preferencias a la hora de estudiar una carrera en la Universidade de Santiago, que no se diferencia mucho de la media en las universidades españolas, donde las mujeres prefieren los estudios relacionados con la educación y la sanidad, mientras que los hombres se inclinan por las ramas técnicas y por las telecomunicaciones.

La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) acaba de advertirlo; la media de mujeres que cursan sus estudios en las TIC (tecnología de la información y la comunicación) no supera el 12 % en España, pese a ser las especialidades con mayor salida laboral en el futuro. Ese porcentaje -inferior a la media de los países de la OCDE, que se sitúa en un 19 %-, se repite entre el alumnado de la USC; pese a que el número de mujeres supera con creces al de los hombres entre los estudiantes -38,3 % de alumnos frente a 61,6 % de alumnas-, solo un 13,1 % se matricula en Enxeñaría Informática, el grado de la USC especializado en las TIC, frente a un 86,8 % de varones.

Ese abismo se repite, pero en sentido contrario, en las ciencias de la educación, y sobre todo, en educación infantil; está claro que los hombres rehúyen del cuidado y de la formación de los más pequeños, porque solo el 5,8 % se matricula en el grado de Mestre de Educación Infantil, frente al 94,1 % de alumnas mujeres; y tampoco es que en Educación Primaria haya muchos futuros profesores; la brecha en este caso es de un 30,8 % frente a un 69,1 %. Pedagoxía tampoco es una opción para ellos -hay un 12,7 % de varones frente a un 87,2 % de mujeres- y lo mismo ocurre con Educación Social -16,4 % de hombres y 83,5 % de mujeres-.

Ingenierías

En realidad ellos se decantan por las ingenierías, sobre todo Informática, pero también Forestal o Civil, que se imparten en el campus de Lugo. Y a mayores, se matriculan preferentemente en Física -un 70 % de alumnos frente a un 30 % de alumnas- y, curiosamente, también en Filosofía -60,7 % de hombres frente a un 39,2 % de mujeres-. Las alumnas, por su parte, prefieren las ramas que están dedicadas a la educación, pero también al ámbito sanitario, porque en especialidades como Medicina u Odontoloxía también hay mayoría femenina, con un porcentaje de matrícula que va del 60 % al 70 %, frente al de los hombres, que se mueve entre un 30 % y un 35 %.

Únicamente, en el caso de las ciencias económicas la matrícula se iguala. En Administración e Dirección de Empresas, por ejemplo, hay un 52,8 % de hombres frente a un 47, 1 % de mujeres; en el grado de Economía, un 58,4 % de hombres frente a un 41,5 % de mujeres, y en Matemáticas, un 52,8 % de hombres frente a un 47,1 % de mujeres. Son las únicas áreas en las que el sexo no importa.