Sanidade llama a la calma ante un caso de tuberculosis en Camariñas

Juan Ventura Lado Alvela
J. V. Lado CEE / LA VOZ

CARBALLO

PACO RODRÍGUEZ

El protocolo desplegado incluye pruebas a los escolares y charlas informativas

19 feb 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

La detección de un caso de tuberculosis con un escolar afectado en Camariñas disparó en las últimas semanas los temores de los padres de la localidad y se creó una alarma que, según el Sergas y la propia comunidad educativa, no está para nada justificada, porque ni significa que exista un brote infeccioso en el pueblo ni riesgo alguno de que se pueda descontrolar en la zona, donde ya hubo dos casos en Corcubión en noviembre.

Lo explicaba ayer la directora del instituto Pedra da Aguia de A Ponte do Porto, Mariví Mouzo. «Existía un temor lóxico ao principio, pero penso que a xente xa está máis tranquila. Vén aquí unha doutora dar unha charla, porque os pais chamaban con moitas dúbidas e pensamos que era o mellor. Están facendo os estudos pertinentes, pero cando dende a Unidade de Tuberculose e da de Medicina Preventiva nos din que esteamos tranquilos nós é o que lles estamos transmitindo aos pais», señala la máxima responsable del equipo docente, que ayer tuvo un trabajo extra ya que en el Pedra da Aguia se realizó la segunda ronda de pruebas.

Estos test, que se le realizan a las personas con un contacto continuado con el enfermo -por norma general más de seis horas al día-, dieron positivo en una veintena de casos, aunque eso, como detallan los especialistas, no significa que tengan la enfermedad, ni siquiera que la vayan a desarrollar algún día. Sí se le aplican medidas de tipo preventivo y en eso es en lo que están ahora los técnicos.

«Es una enfermedad infecciosa como cualquier otra, tranquilidad absoluta»

La jefa de la Unidad de Medicina Preventiva y Salud Pública del CHUAC, María José Pereira, explica que en todo el 2018 hubo en Camariñas nueve casos de tuberculosis, que son más de los tres o cuatro por año que se registran habitualmente, pero, desde luego, no un motivo para la alarma. Sí entiende que el hecho de que ahora haya una persona afectada en edad escolar genere temores, porque todo lo que tiene que ver con los niños entraña una «especial sensibilidad» e implica otros protocolos, más que nada, porque hay muchos juntos en contacto en los centros educativos y en otros ámbitos.

«Tenemos que distinguir tres situaciones: primero la del paciente que tiene la bacteria y le ha dañado alguna parte del organismo -generalmente los pulmones, aunque pueden ser huesos, la pleura... Segundo, el que está infectado, que tiene la bacteria, pero no la enfermedad y en ningún caso puede transmitirla. Como la ha adquirido recientemente y puede que su sistema inmune aún no le haya hecho frente, sí tiene una posibilidad mayor de contraer la enfermedad en un período de dos años. Por eso se le da un tratamiento preventivo. Y por último está la persona en contacto, que se considera aquella que pasa más de seis horas con un enfermo en un lugar cerrado de manera continuada. No es que te vayas a contagiar saludando a alguien en una cafetería. Incluso los niños menores de cinco años se considera que su tos no tienen capacidad para transmitirla», afirma la doctora, quien pone el acento en que la tuberculosis «es una enfermedad infecciosa como otra cualquiera, que no tiene para nada esa mortalidad excepcional que se le adjudica». Por lo tanto, «tranquilidad absoluta», incide.

Eso sí, Pereira, también recalca que el hecho de que esto se produzca en el entorno escolar trae sus complicaciones porque hay que controlar a un número muy elevado de personas, entre ellos muchos niños. Pero eso no significa que ahora, de repente, todo Camariñas, tenga que hacerse las pruebas. «Hay gente que está llamando angustiada al centro de salud, donde se sienten un poco colapsados, pero no hay necesidad alguna de eso. Haremos todas las pruebas necesarias. Si hacen falta 500, que no es el caso, 500, pero lo único que tienen que hacer es dar toda la información que necesitamos con exactitud, para hacer un listado de contactos serio», concluye la especialista.