«Las rectas de Rus y A Tablilla son las de mayor siniestralidad de la provincia»

Antonio Longueira Vidal
Toni Longueira CARBALLO / LA VOZ

CARBALLO

CESAR QUIAN

LA ENTREVISTA DE DOMINGO | Miguel Soldán Lema: «Volvemos a detectar muchos accidentes en los que el alcohol está implicado», dice el Capitán jefe del subsector de Tráfico de la Guardia Civil de A Coruña

18 abr 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Capitán jefe del subsector de Tráfico de la Guardia Civil de A Coruña, Miguel Soldán Lema (1969, Barizo-Malpica) conoce la red viaria gallega como la palma de la mano, sobre todo la de la Costa da Morte, comarca a la que está vinculado familiarmente. Soldán es el responsable del trabajo diario de 320 agentes, a través de los destacamentos de A Coruña, Corcubión, Ferrol y Santiago. El oficial ha mostrado su preocupación por la elevada siniestralidad en las carreteras.

-Pese a estar confinados, con toques de queda y sujetos a cierres perimetrales el 2020 fue un año muy complicado.

-La carretera exige mucho. Controles de velocidad, de alcoholemia, de drogas, de vigilancia continua, sobre todo en los puntos peligrosos... Y de repente se paró todo. Empezamos entonces con los controles de apoyo covid en poblaciones, de cumplimiento de los requisitos sanitarios, de movilidad, toque de queda... De repente frenamos y tres meses después, cuando empezó la desescalada, volvimos a arrancar. Cuando empezó el confinamiento la gente pensó que era por un fin de semana porque se desplazaba igual, pese a que estaba prohibido. En mayo-junio se empezó a mover todo un poco... Y ahora nos encontramos con un escenario en el que la gente quiere salir y evidentemente el buen tiempo ayuda. Hay muchas salidas en moto, la hostelería abierta... Las nueve de la noche se ha convertido en la hora caliente o peligrosa, por así decirlo, porque hay muchos accidentes. Un ejemplo: cuatro muertos en carretera en la Costa da Morte desde el 18 de febrero son muchísimos.

-La siniestralidad parece que va claramente en aumento.

-Sí. Estamos incidiendo en los controles de alcoholemia porque volvemos a detectar muchos accidentes en los que el alcohol está claramente implicado.

-¿El tema del alcohol era más residual antes de la pandemia?

-Antes del decretarse el estado de alarma y confinamiento también había positivos por alcohol. Pero a partir del 14 de marzo hubo un parón y bajó la siniestralidad. Pero el alcohol vuelve a estar presente en los accidentes y eso es muy preocupante.

-En lo que respecta a la Costa da Morte, desde el 1 de enero del 2020 hasta la fecha se han contabilizado 18 víctimas. El 2020 echó el cierre como el peor año desde el 2007.

-Desde el punto de vista meramente estadístico, fueron accidentes muy repartidos en el tiempo, coincidiendo con el tramo que va desde el final del confinamiento hasta finales de año.

-¿Dónde repuntó más la siniestralidad?

-En las vías urbanas. Ahí es donde nuestra preocupación es mayor, porque soportando menos tráfico la incidencia es mayor. De los datos que me facilita de la Costa da Morte, de los catorce fallecidos en el 2020, seis fueron en vías interurbanas.

-¿Y las causas?

-Velocidades inadecuadas, posible presencia del alcohol al volante, y en el caso de comarcas vinculadas al rural, la irrupción del peatón en la calzada, sobre todo, de gente mayor. El último fallecido fue un vecino de Rus [Carballo] que tenía 95 años. Son personas que salen de su casa, están acostumbradas a cruzar la carretera y se producen los atropellos. Es muy complicado gestionar este tipo de situaciones. Muchos van con prendas oscuras, sin chalecos reflectantes...

-Y eso que hacen campañas de sensibilización de uso del chaleco reflectante. De hecho, una del 2019 la iniciaron precisamente en Carballo, en la recta de Rus.

-Yo, personalmente, le tuve que alertar y apercibir a un señor porque le dimos un chaleco y luego andaba sin él. Y con respecto a la recta de Rus hay que decir que es una de las que más problemas nos ha dado por la gran cantidad de atropellos registrados.

-¿Es el punto que más problemas genera en el conjunto de la red viaria de la provincia?

-Sí, junto con la recta de A Tablilla [entre Cerceda y Tordoia]. No se trata de un tema de falta de vigilancia. Al contrario, son tramos constantemente vigilados, tanto por las patrullas de las agrupaciones como por el radar, el asfalto es bueno y son trazados bien señalizados. En el caso de la de Rus, esta recta soporta mucho tráfico, pero la de A Tablilla no y, sin embargo, también registra una elevada siniestralidad.

-¿Qué casuísticas presentan?

-Tienen casas cerca donde residen personas de avanzada edad. También influye la elevada velocidad y la distracción al volante. Y en la Costa da Morte hay un dato preocupante: en el 2020 hubo un centenar de accidentes relacionados con la fauna salvaje, sobre todo jabalíes. El jabalí es el animal que más siniestralidad causa, no solo en A Costa da Morte, sino en el conjunto de las cuatro provincias gallegas. Sus poblaciones no paran de crecer y eso influye en la siniestralidad.

-¿Es usted aficionado a las motos?

-Sí, desde hace más de treinta años.

-¿A qué achaca el aumento de víctimas mortales?

-Estamos en medio de una pandemia y hubo muchas restricciones a la movilidad que ahora se han flexibilizado. Ha llegado el buen tiempo, hay ganas de desempolvar la moto que estaba guardada en el garaje y hay ganas de pasear con ella. El que es motero le gusta salir dar una vuelta y, claro, si se sale hay que hacerlo con sentidiño. Hay que controlar las velocidades, alcohol cero... Porque ya sabes: si caes en una moto el resultado puede ser nefasto. Ahora me viene a la mente el accidente de Cabana del otro día. Lo estamos investigando porque el impacto fue tan tremendo que el coche acabó volcado en la carretera.

-El verano está ahí, a la vuelta de la esquina. ¿Qué planes tienen en Tráfico de la Guardia Civil?

-Desde las diferentes agrupaciones y desde el subsector de Tráfico de la Guardia Civil vamos a reforzar los servicios de vigilancia, vamos a intensificar los controles de alcoholemia y de detección de drogas, de velocidad, de uso de sistemas de retención infantil, de cinturón de seguridad, erradicar el uso del móvil al volante... Porque este problema hay que atajarlo. No podemos permitir que se nos siga matando gente en la carretera.

-¿Hay preocupación por lo que se avecina?

-Sí que hay preocupación. No se prevé vida nocturna por el toque de queda, pero ahora la gente bebe de día y ese es un dato más que contrastado porque así lo indican las últimas estadísticas de siniestralidad . Si bien los controles serán generalizados, estos se intensificarán en los accesos y salidas de A Coruña, Santiago y Ferrol, en todo lo que es la vertebración de la AP-9, el margen norte de la ría de Arousa [Barbanza] y A Costa da Morte, donde tenemos el mayor problema, pese a no ser la zona más poblada. De ahí que ampliemos la plantilla en el destacamento de Corcubión con seis agentes.