Cada localidad tiene su propia historia de invasión de velutinas

Juan Ventura Lado Alvela
J. V. Lado CEE / LA VOZ

CAMARIÑAS

Ana Garcia

Vecinos de A Ponte do Porto relatan como lo que eran dos nidos en lugares elevados se han transformado ya en seis y sin solución

13 sep 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

La plaga de avispas asiáticas tiene casi tantas expresiones como localidades la Costa da Morte. Los datos oficiales que maneja la Xunta son poco más que la punta del iceberg de lo que se está viviendo en muchos lugares de la Costa da Morte, donde cada vecindario lidia su propia batalla, muchas veces infructuosa contra esta especie invasora de la que los expertos ya dicen que está aquí para quedarse y, por más fórmulas que estén saliendo a la luz para combatirla, todo parece resultar insuficiente.

En Camariñas, en la zona de As Barrosas y A Ponte do Porto tiene un buen ejemplo. Lo que hace solo unos semanas eran dos nidos -al menos de eso tenían constancia los vecinos- pasaron a tres y ahora ya son seis.

Francisco Alejandro Parga Lapido describe así la situación. «Isto como non so tomen en serio realmente non vai haber quen o pare, porque ao Concello déronlle unha pértiga de 20 ou 25 metros e os niños que se van quitando son os que quita Manolo [el responsable de Protección Civil] pero estes están en árbores moi altas, non lle chegan. Teñen que pedir permiso aos donos e aos de montes para cortalos. Despois, por aquí hai sempre unha morea de xente paseando e de rapaces xogando. En principio suponse que non debería pasar nada, pero, polo visto, asústanse co ruído. Como un día pase un tractor ou algo así que as asuste e lle de por picárenlle a un neno podemos ter unha desgraza, porque é algo realmente impresionante. Nas Barrosas estás comendo fóra e isto parece un campo de aviación», relata el vecino.

Experiencias como la suya proliferan por toda la comarca, hasta el punto de que ya han dejado de sorprender los relatos de los vecinos o de apicultores que ven sus colmenas esquilmadas por esta plaga.

Llega la temporada clave para atacar los nidos

El responsable de Protección Civil de Cambre, Lolo Andrade, que con su grupo Quimera lleva años investigando sobre el control de esta plaga y que el viernes a las 20.30 horas imparte una charla en Vimianzo, da algunas claves sobre el combate de la velutina.

Reconocer nidos de reinas. Resulta clave para alertar a los servicios de retirada y quitarlos antes de que proliferen y se localicen a 40 metros de altura donde resultan casi inaccesibles.

Nidos como trampa. Con una red, una botella y una pinza se puede elaborar una trampa para capturar a la reina. Esto hace que automáticamente otra ocupe su lugar y, a no ser que se trate de lo que se conoce como reinas hermanas, que hibernan y anidan juntas, se suelen matar entre ellas por el control de esa colonia en particular.

Invierno suave. La gran proliferación de nidos existentes y la que se avecina, que se prevé mucho mayor, obedece a que con un invierno suave sobrevivieron prácticamente todas las reinas en hibernación. De ahí que ahora, con la caída de la hoja, llegue la época clave del año porque todo lo que se pueda retirar evitará que se complete un nuevo ciclo y que sigan proliferando.

Arpa eléctrica. Se trata de un sistema diseñado por el grupo Quimera en el que hay biólogos, ingenieros agrónomos, electrónicos y de otras especialidades, consistente en una centralita electrónica a la que se pueden conectar hasta 15 arpas. Se reparten entre las colmenas y, debido al desplazamiento lateral de las avispas asiáticas, estas se electrocutan las alas y acaban cayendo al suelo y muriéndose.

Responsabilidad de la Administración. Andrade no considera que se pueda criticar estrictamente la falta de medios, sino que la dimensión de la plaga es tal que ni las empresas especializadas contratadas por la Xunta encuentra personal suficiente ni los servicios de Protección Civil dan abasto. Eso sí, incide en que los nidos habría que retirarlos por la noche para que los ejemplares que están pecoreando no construyan otros.

Lucha biológica. El experto ve complicado la cría de halcones abejeros porque son migrantes y nada garantiza que no se vayan a otros lugares. El encontrar un nematodo que ataque a la velutina tiene el riesgo de que no discrimina a la avispa autóctona.