Un remanso de paz bergantiñana para los niños del Sáhara

Sofía caamaño / s.g. CARBALLO / LA VOZ

CARBALLO MUNICIPIO

Alba Romero

Evencio Ferrero conversó con cinco niños que participan en el programa Vacaciones en Paz

17 ago 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Han nacido en un campo de refugiados en el medio del desierto y ahora están disfrutando de sus «vacaciones en paz» (así se llama el programa) en la comarca. Una iniciativa conocida: muchos niños saharauis tienen, cada año, la oportunidad de venir a pasar parte del verano a Galicia gracias a la asociación Solidaridade Galega co Pobo Saharaui (SOGAPS), escapando así de la insoportable temperatura argelina en esta época. Ayer, el alcalde carballés, Evencio Ferrero, recibió a cinco de ellos (y a sus acogedores) en el Concello. Los saludó, conversó con ellos y además les entregó una mochila llena de material escolar.

A Óscar Gómez, miembro de una de las familias de acogida, le gustaría ir a Tinduf, en Argelia, y ver «as condicións nas que viven». Él y Yolanda Antelo están conviviendo, desde junio, con Uali, de 10 años, y cuentan que lo primero que hizo al llegar a su casa fue «meterse debaixo da ducha». El agua en el desierto, escasea.

Para Joaquín Prieto, representande de SOGAPS en A Coruña, el del Sáhara es «un conflito esquecido pola sociedade porque non se lle dá difusión suficiente». Para él, un simple gesto por parte del Gobierno «sería suficiente para desbloquear a situación». Y es que España, antigua metrópolis del Sáhara, le cedió el territorio a Marruecos en 1975 a pesar de estar incumpliendo el proceso de descolonización aprobado por la ONU. El conflicto, todavía sin solucionar, se ha convertido en uno de los más largos del continente. Es por eso que Prieto desea «que estes nenos e nenas poidan volver e visitar España sendo o Sáhara un país libre».

Sandra Caravel, perteneciente a una familia de acogida, disfruta durante estos meses de la compañía de Mohamed, de 11 años, a quien le gusta mucho Galicia y lo que más lo divierte es «ir a la piscina». Mohamed quiere ser policía y le gustaría, en un futuro, poder venir a estudiar aquí. De hecho, María Vilar, que también acoge a niños saharauis durante el verano, cuenta que existen unas becas de la Xunta de Galicia que posibilitan la movilidad por estudios. «Os nenos son máis propensos a vir. Ás nenas, sen embargo, cóstalles moito máis» relata achacando este hecho a una cuestión cultural.

Maricarmen Silva ya lleva «moitos anos» en esto de la acogida y asegura que mantiene el contacto con el resto de niños que se habían quedado en su casa durante años anteriores: «Falamos tres ou catro veces á semana, xeralmente por WhatsApp». Tanto ella como Yolanda y Óscar concuerdan que durante la experiencia los niños tienen muchos altibajos. «Poden estar arriba de todo e de repente póñense tristes e non sabemos o porqué» cuenta Yolanda.

En general, una de las preocupaciones comunes de las familias es el idioma. Maricarmen asegura que muchas veces «fan que non entenden». A pesar de eso, gran parte de los niños aprenden muy rápidamente español. «Son como esponxas. Uali chegou sen ter nin idea e agora xa sabe bastante, nós intentamos que fale e se solte» cuenta Yolanda. Uali, por cierto, cumplirá 11 años el próximo día 31 y lleva, desde que llegó, entusiasmado con esa fecha. «Ata lle encargou xa unha tarta a miña cuñada. Nós cremos que está así de entusiasmado pola festa e os regalos» comenta, entre risas, Yolanda.

Uali y el resto de niños saharauis volverán a Tinduf en septiembre. Muchos de ellos, con expectativas de repetir el próximo año y pasar otras Vacaciones en Paz en Galicia.

«Esperamos que os nenos volvan de visita sendo o Sáhara libre»