Los cormoranes acaparan cada vez más espacio en los ríos de la comarca

Santiago Garrido Rial
s. g. rial CARBALLO / LA VOZ

CARBALLO MUNICIPIO

Ana Garcia

Los pescadores abogan por batidas, ya que esquilman la población de truchas, pero no se conceden

17 dic 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Cada vez hay más cormoranes sobre los ríos de la Costa da Morte, y en más lugares. Hace apenas veinte años era raro ver uno o dos. Hoy se cuentan por centenares, seguramente miles. Ingieren gran cantidad de truchas, así que esquilman tramos de ríos, lo que enoja a los pescadores. En zonas con veda o tramos sin muerte, donde la riqueza piscícola es mayor, también lo es la presencia de estas aves, así que al final las medidas de conservación no sirven de mucho.

David Gómez Brandariz, de 43 años y de Baio, es biólogo, y también pescador desde niño. En su doble faceta asegura que se trata de un «problema grave». Ya lo comentó otros años, pero en vez de remitir, aumenta. «No Xallas é tremendo, en varios puntos, dende arriba ata Fervenza», señala. Pero añade que si hay un ejemplo llamativo incluso a nivel Galicia, está en Carballo. En la zona de A Revolta, donde reposan decenas a diario, sobre el Anllóns. Los conductores de la autovía, en el enlace, se cruzan a menudo con ellos. «Non é normal ver a tantos xuntos», asegura. Tal vez por eso muchos se han ido moviendo hacia puntos cercanos. En el San Martiño ya se han establecido al menos cuatro. Pasan el día en las ramas, cuando tienen hambre buscan alimento, son excelentes nadadores y buceadores y engullen entre 400 y 600 gramos al día. Si tienen suerte se llevan truchas de más peso. Eso, multiplicado por miles de accione, produce un efecto directo en el río. «A solución sería declaralos especie cazable, pero non o é», indica. En su defecto, que se puede realizar el equivalente a una batida, lo que se denomina descaste. Y tampoco: «En Asturias si o fan, pero alí a pesca ten outro peso, sobre todo polo salmón», indica. Sociedades de pesca asturianas y gallegas han firmado escritos pidiendo medidas. Hace unos días, entidades de la zona trataron en la jefatura provincial este y otros temas. Pero sin efectos.

«A xente veos, pero, ¿que lles podes facer? Nada. Non dan batidas, non se lle ve solución, parece que a Administración non está interesada», señala José Manuel Álvarez, presidente de la sociedad de caza y pesca de Coristanco, residente en Carballo, y que habla habitualmente con socios y pescadores que se quejan de este exceso: «Na Xunta alegan sempre o mesmo, que disque hai estudos que sinalan que non son dañinos e que é un problema residual». Pero el sector considera que no es así.

Los cormoranes llegan al principio del invierno escapando del frío del norte de Europa, y hasta la primavera. Antes se controlaban en esas zonas de origen, pero ya no. Llegan en grandes oleadas. Si detectan un sitio que les gusta, ahí se quedan durante meses. Y el efecto llamada se incrementa gradualmente.