Desfile de talento con la Escola de Música de Cee

La Voz CARBALLO/ LA VOZ

CEE

ANA GARCÍA

La Casa da Cultura acogió este martes una audición a modo de cierre de este segundo trimestre académico

09 abr 2025 . Actualizado a las 05:00 h.

Unos 40 alumnos de los 140 que tiene la Escola de Música de Cee tomaron parte este martes por la tarde de una audición de cierre de segundo trimestre. Por el escenario de la Casa da Cultura desfilaron prácticamente todos los instrumentos que se imparten, desde acordeón a clarinete, flauta, saxofón, trompeta, trombón, percusiones... «Procuramos que ao menos unha vez ao ano todos os alumnos suban tocar», explicó el director del centro, Fernando Fraga, en Radio Voz. Los estudiantes que tienen ahora, por la cantidad de profesores y horas lectivas que se imparten, es casi el tope, pero aún queda alguna plaza en viento y metal (trombón, tuba, bombardino...), por lo que los interesados pueden informarse e incluso tienen la opción de que se les deje el instrumento, sin tener que adquirirlo.

La Escola de Cee, con la implicación de familias, amigos y los propios compañeros, ha devenido ya una gran familia que respalda a los nuevos talentos tanto en actuaciones en solitario como en grupo. Cada opción aporta lo suyo.

ANA GARCÍA

En el concierto de ayer hubo desde música tradicional —como el Maneo de Vilaño con el grupo folk— a piezas de Bach, Beethoven o Mozart, «sempre presentes». Al lado de los clásicos, versiones de piezas pop actuales, tanto españolas como internacionales. Fernando Fraga tienen más que claros los beneficios que aporta tocar un instrumento. Desde la psicomotricidad a la conexión de neuronas, pero también impacto positivo en las matemáticas, el razonamiento lógico o los idiomas. Pone el ejemplo de la Banda de Música, que también dirige, y en la que hay hoy ingenieros, informáticos, médicos o profesores. A la banda, por cierto, le esperan días intensos con las procesiones de Semana Santa, sobre todo en Fisterra y Muros.

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Ya son 25 años de formación y Fernando Fraga conserva la ilusión, aunque diga que pronto habrá que relevar. Dice que la energía y los ánimos para seguir la obtiene de los propios niños, y para muestra la versión jazz de Para Elisa, de Beethoven, que ayer interpretaron juntos él y una pequeña de solo siete años: «Empezou este ano, é unha crac».