Juzgan de nuevo al alcalde de Cerceda por prevaricación administrativa

Antonio Longueira Vidal
T. Longueira CERCEDA / LA VOZ

CERCEDA

Jose Garcia Liñares (PSOE) tomó posesión el día 15 de junio en el que es su séptimo mandato como alcalde de Cerceda
Jose Garcia Liñares (PSOE) tomó posesión el día 15 de junio en el que es su séptimo mandato como alcalde de Cerceda Manuel Ángel Villa

La Audiencia anuló una anterior instrucción, que volvió a comenzar esta semana

19 jul 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

El 10 de abril la Audiencia de A Coruña decretó la anulación del juicio por el que el alcalde de Cerceda, José García Liñares, había sido condenado, en primera instancia, a un año y medio de prisión y 16 de inhabilitación por prevaricación administrativa y fraude. El tribunal avaló el recurso de apelación presentado por la defensa del regidor y entendió que el magistrado de lo Penal que había instruido la causa no había actuado con imparcialidad y, por tanto, la Audiencia Provincial ordenó que se reiniciara el proceso contra el regidor.

Esta resolución judicial permitió al veterano mandatario socialista (lleva el bastón de mando desde 1995) volver a presentarse y lograr para el PSOE la séptima mayoría absoluta en el municipio (5.031 habitantes).

Volver a empezar

Así, la sala 3 del Juzgado de lo Penal número 2 de A Coruña acogió ayer la primera de las dos sesiones previstas del nuevo proceso abierto contra el alcalde de Cerceda, José García Liñares, por un presunto delito de prevaricación administrativa. En concreto, por la contratación, supuestamente irregular, de la obra de construcción de las lagunas del parque botánico, en O Acevedo, en el 2015. Unas actuaciones presupuestadas en 314.659 euros.

En esta causa está siendo también investigado el arquitecto municipal Antonio José Varela Mallo, para quien la Audiencia Provincial también decretó la anulación del juicio y, por tanto, la inejecución de la sentencia condenatoria.

Fue precisamente el alcalde el primero en declarar ayer. Lo hizo durante una hora y en todo momento señaló que había actuado dentro de la legalidad y que, si hubo un error, había que atribuírselo a los técnicos que tramitaron el expediente de contratación de la obra. Liñares culpó de los posibles errores al secretario municipal, Raúl Martínez Martínez, con quien mantiene desde hace tiempo una nefasta relación personal y profesional.