Prospera de forma inesperada la moción de censura de Coristanco

Antonio Longueira Vidal
Toni Longueira CARBALLO / LA VOZ

CORISTANCO

Basilio Bello

Contra pronóstico, el socialista díscolo Abraham Gerpe se hizo con la alcaldía apoyado por los concejales del PP, que pasan a los no adscritos

26 ago 2017 . Actualizado a las 00:18 h.

Abraham Gerpe Muñiz es, a sus 26 años, nuevo alcalde de Coristanco (6.426 habitantes). En una rocambolesca moción de censura celebrada este viernes al mediodía logró arrebatar, contra todo pronóstico, el bastón de mando a Amancio Lavandeira Suárez (Terra Galega).

El nuevo mandatario, ingeniero de Obras Públicas y desde el viernes el regidor más joven de Galicia, logró el apoyo de los seis ediles del PP, entre ellos del que fue regidor durante 24 años, Antonio Pensado Plágaro. Terra Galega (4) y BNG (1) rechazaron la moción de censura y Verónica Facal, ex de TeGa hasta el mes de junio y concejala no adscrita, no acudió a la sesión extraordinaria, que arrancó al mediodía en un abarrotado salón de plenos.

Todo saltó por los aires de forma inesperada y el guion previsto no se cumplió. Abraham Gerpe Muñiz logró hacerse con el sillón de la alcaldía por el único resquicio que le quedaba: impugnar la orden de expulsión decretada a mediados de semana por la gestora gallega y la ejecutiva provincial del PSOE y, por tanto, su paso al grupo de los no adscritos, que invalidaría su voto por la ley de antitransfuguismo, para sacar adelante la propuesta firmada el día 8 por populares y socialistas. La nacionalista Laura Mariño había negado cualquier movimiento en favor de la moción de censura.

Habían transcurrido apenas veinte minutos desde el inicio de la sesión y el entonces candidato a la alcaldía tomó la palabra. Había presentado un recurso poco antes de la celebración del pleno en el Concello de Coristanco contra el decreto de expulsión firmado por la presidenta de la gestora gallega, Pilar Cancela, y los representantes de la ejecutiva provincial, Julio Sacristán y Bernardo Fernández.

Gerpe Muñiz alegó en su intervención que «non houbo ningún informe por parte da secretaria municipal en contra deste recurso e, polo tanto, é valido dende o punto de vista xurídico e administrativo». Y añadió: «A decisión de expulsar a un edil correspóndelle á executiva federal, que é a que ten potestade para facelo. Ademais, o escrito presentado de forma conxunta no Concello pola xestora galega e a provincial ten que estar dilixenciado para darlle validez, e eu non tiven ningunha indicación da provincial de que se me expulsaba e, por último, na última xuntanza á que asistín coa militancia local, os seus militantes votaron a favor da moción de censura e entendo que a provincial ten que respectar a votación da militancia». Gerpe habló en todo momento de «un defecto de forma» en la presentación del escrito por parte del PSOE en el Ayuntamiento.

Argumentos

Con estas premisas, la secretaria municipal, Carmen Seoane Bouzas, delegó en los dos integrantes de la mesa (el más veterano y el más joven) la decisión de si los argumentos del edil socialista eran válidos, o no. Laura Mariño, del BNG, actuó como miembro de menor edad toda vez que Abraham Gerpe (26 años) era candidato a la alcaldía y no podía serlo. La nacionalista dijo que, a su juicio, el recurso de Gerpe no tenía validez ya que la gestora gallega y la ejecutiva provincial lo habían expulsado como portavoz. Sin embargo, Luis Souto, del PP, y como representante de mayor edad de la corporación, avaló el recurso del edil socialista y, tras un empate, y mediante el voto de calidad como miembro de mayor edad de la mesa, daba luz verde para que el voto de Abraham Gerpe Muñiz sí tuviera validez en la votación como representante del PSOE. La moción de censura salía así adelante con siete votos a favor (PP y PSOE) y cinco en contra (Terra Galega y BNG).

El cabreo en la filas de Terra Galega fue notorio y manifiesto. El ya exalcalde habló de «atraco» plenario y su compañera Laura Tasende apuntó a un «posible delito de prevaricación por parte de Luis Souto».

Si había alguna duda del esperpento vivido ayer durante hora y media en el salón de plenos, el broche final se produjo tras la confirmación de Abraham Gerpe como nuevo alcalde de Coristanco. Después de los abrazos y apretones de manos correspondientes, el exalcalde durante 24 años, Antonio Pensado Plágaro, anunció que tanto él como sus cinco compañeros abandonaban el PP y pasaban al grupo de los no adscritos. Eso sí, gobernando de la mano con el nuevo alcalde.

Partido Socialista y Terra Galega anuncian medidas «legais e administrativas»

El polémico y esperpéntico pleno de moción de censura de este viernes, que se saldó con el cambio de alcalde tuvo consecuencias inmediatas. Los primeros en pronunciarse fueron los cuatro concejales de Terra Galega, quienes anunciaron la adopción de medidas «legais e administrativas». Así lo confirmó Amancio Lavandeira: «Si, por suposto, iremos ata o final. É unha votación que non se tiña que ter producido, porque tomaron como referencia a un tránsfuga e así o puxo no seu escrito o Partido Socialista. Agora intentaremos pelexar onde faga falla. Consideramos que todo isto foi un auténtico atraco. Imos reclamar por vía xudicial».

El alcalde saliente reconoció que le sorprendió por cómo había marchado el pleno: «Sorprendeume moitísimo que se levara a cabo porque desde o primeiro momento considerouse a esta persoa [Abraham Gerpe] como tránsfuga, no momento no que o PSOE presentou o escrito no Concello. Se non o representa a eles, nalgún grupo tería que ubicarse [en los no adscritos]. Agora haberá que ver en que grupo queda e en que situación queda o novo alcalde».

También los socialistas han decidido adoptar medidas contra esta resolución plenaria. Así lo explicaron desde la agrupación provincial: «Lo que dice Abraham Gerpe de que el escrito presentado por la gestora y la provincial no tiene validez no es cierto. Tiene toda la validez ya que es un escrito avalado por los servicios jurídicos de Ferraz». En todo caso, los socialistas quieren analizar primero toda la documentación antes de decidir qué camino seguir. Y mientras resuelven este galimatías, en el PSOE cargan contra el Partido Popular: «Primero dicen que rechazan la moción de censura, que no la apoyan y luego la avalan por detrás. Eso sí, decretan la expulsión de sus seis concejales una vez consumada la moción de censura y no antes como sí hizo el Partido Socialista».