«Prefiro baixar aínda que sexa a rolos»

Xosé Ameixeiras
X. Ameixeiras CARBALLO / LA VOZ

DUMBRÍA

ANDAINA POR DUMBRÍA | El ascenso al Chan das Logoas tuvo como premio el paseo por la orilla del río Alvarellos y la Devesa da Lúa

22 abr 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Este año toca serie alpina. En laruta de las Andainas Coñece da Costa da Morte de ayer también tocó subidas. En este caso hasta el Chan das Lagoas (530 metros). Casi 400 personas se sumaron a la marcha, que algunos se toman al pie de la letra y ya pueden toparse con las ruinas de Babilonia que las obvian como una vulgar plantación de eucaliptos.

Comenzó la caminata en la plaza de Berdeogas, uno de esos cuidados espacios de la Suiza dumbriesa. A la derecha quedaron los árboles de la Carballeira. En la subida a Chaín, un cuidado jardín tiene de vecino el adorno de una vieja apisonadora herrumbrosa. En la aldea se conservan hórreos cumplidos y gruesos muros con siglos que revelan un pasado de cierto lustre. La subida es constante, aunque la pendiente se lleva. Monte raso y, si acaso, algún eucalipto. En el Chan das Lagoas, la muchedumbre se toma el descanso merecido. El gran radar de control del tráfico marítimo, herencia del Prestige, ya necesita una mano de pintura. Como en algunos tramos del ascenso se ve el monte de O Pindo, las aguas del embalse de Fervenza, los pozos azul turquesa de Caolines, Camariñas y el promontorio nerio acostado junto al Atlántico.

La bajada es vertiginosa. «Antes que subir, eu prefiro baixar aínda que sexa a rolos», proclama una senderista. Abajo el sonido del agua de un riachuelo casi oculto refresca por sí solo. Suena a música celestial. Como todo sacrificio tiene su premio llega el río Alvarellos, que va saltando entre pedruscos. Cerca de la presa de A Laxe colocaron un puente provisional para el paso de los caminantes. El espectáculo natural paga el esfuerzo: el cauce sorteando las piedras y, a su orilla, seis molinos. En A Farrapa, Dionisio Pérez Lema, que en octubre cumplirá 90 años, saluda a los «mozos» de la Andaina. Se sabe los molinos de memoria: Laxe, Esparís, Novo, Meán, A Canala y Vilar. Final, en un lugar espléndido, la Devesa da Lúa y la iglesia, el castro y el gran hórreo.