El deficiente manejo de los perros deriva en conflictos entre vecinos

Juan Ventura Lado Alvela
j. v. lado CEE / LA VOZ

FISTERRA

El Concello de Fisterra pide responsabilidad tras un ataque y un caso de maltrato

11 dic 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Más allá del incumplimiento de normativas, las sanciones o el coste económico y social que producen los abandonos, el deficiente cuidado de las mascotas da lugar a problemas graves de convivencia entre vecinos. Situaciones de las que apenas se habla, pero que en ocasiones disparan las alarmas, como acaba de ocurrir en Fisterra, con la detención de una octogenaria por un presunto delito de maltrato y la mordedura sufrida por un vecino, que se interpuso delante de su perro para evitar que fuese atacado por otro. Hechos que llevan al propio Concello a hacer una llamada al cumplimiento de las normas y, sobre todo, a la responsabilidad. «Que a xente entenda que os cans non se poden ter de calquera maneira», como resume el concejal de Seguridade, Xan Carlos Sar.

La detención (más información en página 10) ha soliviantado los ánimos en las redes sociales nada más conocerse, sobre todo a través de la imagen del animal ahorcado, pero tiene un trasfondo que viene de lejos, de hace aproximadamente dos años. La propietaria de una casa próxima, que no reside habitualmente en la localidad, había denunciado las molestias que le producían los siete perros de la ahora detenida. El Concello se puso en contacto con la mujer, para pedirle que tomase medidas, como la de tener a los perros dentro de un cobertizo de noche y mantener el patio limpio y tampoco adoptó más medidas, porque los perros, pese a no encontrarse en una situación óptima, tampoco presentaban malnutrición, ni otros signos de alarma. Además, en esos momentos, antes de la aprobación de la Lei de Benestar Animal de Galicia, el Ayuntamiento tampoco contaba con un convenio establecido para hacerse cargo de este tipo de animales.

Las quejas se repitieron y esta semana se descubrió el horror. La octogenaria le negó a la Policía Local que tuviese un perro ahorcado en el patio, pero los agentes, después de dar varias vueltas a la casa, lo comprobaron por sí mismos y dieron aviso al Seprona. Ahí se activó la causa penal que ahora lleva el Juzgado de Instrucción Número 2 de Corcubión. La mujer fue detenida, le tomaron declaración y quedó en libertad.

Servicios sociales

Entre tanto, el Concello activó un protocolo de servicios sociales, porque, entre otras cosas, la implicada, de 82 años de edad y de movilidad reducida se ocupa de los cuidados de una hermana mayor.

Será el juzgado el que determine la realidad de los hechos, porque, en principio, el Seprona trata el asunto como un ahorcamiento intencionado del animal, mientras fuentes locales ponen en duda que la mujer tenga la capacidad física suficiente para hacer algo así y tampoco descartan que la muerte del animal, al estar atado, se produjese de manera accidental.

«Non se trata agora de criminalizala a ela, pero o que está claro é que os cans non se poden ter desa maneira», explicaba ayer Xan Carlos Sar.

En cuando al vecino víctima de la mordedura, que pidió la reserva de su identidad, explicó que este domingo durante un paseo con su perro, se topó con el de otra vecina, que reaccionó de forma violenta y trataba de atacar a su mascota. Para evitarlo se interpuso entre los animales y acabó recibiendo una mordedura, que no le ha supuesto daños mayores, aparte de la visita al hospital y la correspondiente vacuna, pero sí le ha implicado ya la pérdida, en principio, de dos jornadas de trabajo. No interpuso denuncia, porque asegura que tampoco quiere perjudicar a nadie, pero sí pide que el caso sirva como elemento de reflexión para que los propietarios de perros de razas potencialmente peligrosas o aquellos que saben que sus mascotas tienen tendencia a la agresividad extremen las precauciones y cumplan, al menos, con la obligatoriedad de ponerles el bozal en los lugares públicos. Ya no solo por la sanción que les puede caer, sino porque estas situaciones generan malestar vecinal hasta el punto de que algunos residentes, sobre todo mayores, ya tienden a evitar zonas habituales de paseo por la presencia de perros mal atendidos. De hecho, este no es el primer incidente de características similares que se produce en la localidad.

El control de las colonias de gatos se presenta ya como el próximo reto municipal

La aplicación de la Lei de Benestar Animal de Galicia, con sus problemas, está suponiendo un antes y un después por parte de la gran mayoría de los concellos, sobre todo en cuanto a los perros abandonados, como explican desde dos de las entidades de la zona que habitualmente se dedican a las adopciones, pero hay otro aspecto, también incluido en la normativa, al que pronto tendrán que echarle mano, sobre todo en los pueblos donde supone mayores dificultades: las colonias de gatos.

Por ejemplo, en Fisterra tienen controlada una de siete miembros en Sardiñeiro y otra de tres en Mar de Fóra, pero saben de otras dos, una con 33 integrantes y la otra con 12 que tendrán que afrontar en un futuro próximo. Por el momento resulta relativamente fácil colocar a los retoños en adopción, pero desde el Concello ya piensan en la necesidad de actuar sobre los reproductores para que la población de gatos callejeros no se les vaya de las manos.