Rosa y Ramón, el matrimonio de Laxe y Vimianzo que ayuda a conseguir los papeles al héroe de Fisterra

Melissa Rodríguez
melissa rodríguez CARBALLO / LA VOZ

FISTERRA

«Ellos son mis ángeles de la guarda», dice Elhadji Babacar, el senegalés que salvó de morir ahogado a un joven

13 oct 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

El pasado día 15 de septiembre, Elhadji Babacar Ndiaye, senegalés de 32 años que vive en Fisterra, le salvó la vida a un francés que se estaba ahogando en la playa Mar de Fóra. Arriesgó su vida sin pensárselo ni un segundo. «No podía dejar que esa persona se muriera ante mis ojos», explicó a La Voz en su momento. Hoy, la vida le devuelve lo hecho en forma de ayuda para regular su situación en el país.

Rosa y Ramón son el matrimonio forjado en la Costa da Morte que apoya al joven desde el instante que conocieron su historia a través de este medio. Ambos son del año 1974. Ella, María Rosa Álvarez Iglesias, es de Laxe. Su padre, Jesús Álvarez Álvarez, ahora jubilado, dirigió la empresa de materiales de construcción que llevaba su nombre. Rosa le ayudaba en el reparto. Por su parte, Ramón Méndez Quintana es de Reparada (Salto-Vimianzo) y desenvuelve el oficio de carpintero desde los dieciséis años. Se casaron en el 2000 y muy pronto partieron hacia la comarca de A Coruña, donde viven y trabajan. Ambos dirigen las empresas Insdmacor y Montajes Cambre, de instalaciones de madera, en el propio municipio cambrés, aunque en realidad se mueven por todo el mundo amueblando hoteles, viviendas y tiendas, entre otras construcciones. Regresan a la Costa da Morte siempre que pueden, ya que tienen familia en sus pueblos natales y en Cee.

Desde el primer momento le ofrecieron un puesto de trabajo a Babacar Ndiaye para tratar de ayudarle. Y es que el senegalés lleva cuatro años en España de forma precaria. En Fisterra, en concreto, desde marzo del 2018. No tiene la documentación necesaria para tener una vida digna, lo que le imposibilita trabajar y poder visitar a sus familiares -entre ellos, a sus tres hijos de 3, 7 y 11 años- en el país africano. Llegó a Las Palmas en una patera desde Gambia.

«No tengo a nadie que me ayude a conseguir los papeles», dijo en su día. «Lo voy a conseguir gracias a este matrimonio. Ellos son mis ángeles de la guarda. Son las personas que me están ayudando», cuenta ahora ilusionado. Tanto él como Rosa y Ramón sueñan con que el proceso llegue a buen puerto, si bien estos últimos reconocen que no es «tan rápido» como ellos pensaban, toda vez que se han puesto manos a la obra.

Pusieron al servicio de Babacar Ndiaye la gestoría que les lleva a ellos el papeleo de sus negocios. No obstante, según explica Álvarez Iglesias, sus asesores les aconsejaron que la mejor opción era hacer el proceso a través de una ONG. Hoy mismo iniciarán los trámites con la organización Ecos do Sur, en A Coruña. «Ao parecer hai varias maneiras de facelo. Hai que ver cal é a mellor, e esperar que sexa posible, pois ten que cumprir unha serie de requisitos como demostrar o tempo que leva aquí e se traballou algunha vez. Segundo me comunicaron, ofrecerlle un contrato por un ano a xornada completa é fundamental. Nós xa dixemos que llo facemos sen problema», comenta.

Elhadji y este matrimonio están en continuo contacto por teléfono. Esperan poder estar trabajando juntos «en breve», dice Rosa. «Ogallá puidera ser xa», añade. El joven de 32 años cuenta con numerosos amigos de Senegal en Fisterra, que le ayudan en el día a día. Vive con ellos.

No es la primera vez que Rosa y Ramón tienen un gesto como este: «Gústanos axudar á xente, ofrecer oportunidades. Hai poucas persoas que teñan a coraxe para facer o que el fixo. Podiamos ser calquera de nós os que estivésemos a morrer no mar. De tódalas maneiras, somos así con todo o mundo. Moitas veces, a algún traballador que vén de fóra e ten que pasar aquí a fin de semana só, dicímoslle que baixe con nós ou dámoslle un saco de patacas da nosa terra. Poñémonos na súa pel», expresa la laxense.

Entre las 60 personas que tienen en plantilla, destaca las cualidades de un senegalés, Mamadou: «É o mellor, moi currante e responsable. Leva con nós catro anos e xa o puxemos en contacto con Elhadji, que seguro que se entenden moi ben. El sería quen lle axudaría a aprender o oficio para que estea máis cómodo», añade.