Galería de emigrantes: El muxián Leopoldo M. Balboa Romero

luis lamela

MUXÍA

Nueva entrega de la sección de Luis Lamela: vida y logros de este vecino de la Costa da Morte

18 dic 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

El muxián Leopoldo M. Balboa Romero estudió en la Escuela de Comercio de A Coruña. En mayo de 1908 obtuvo la calificación de notable en la asignatura de Gramática castellana, la misma calificación que en junio de 1909 en las de Elementos de Física, Química e Historia Natural, entre otras. Al terminar sus estudios, Leopoldo Balboa embarcó muy joven en A Coruña el 6 de noviembre de 1910 en el vapor holandés Frisia con destino a Buenos Aires. En la capital federal argentina se dedicó al comercio y a la importación y venta de encajes y puntillas con la importante casa comercial Balboa y Compañía. También fue uno de los fundadores de la Sociedad Cultural Agraria del Distrito de Muxía, asociación que Leopoldo presidió durante varias etapas desde su fundación en 1923. En este proceso Leopoldo propuso integrar a todos los ayuntamientos del partido judicial de Corcubión, pero en la asamblea constituyente Leopoldo se opuso y votó en contra de su propia propuesta. Y por ese motivo surgió un cisma entre los asistentes, separándose muchos de los convocados.

En la Asociación Cultural y Agraria del Distrito de Muxía, Leopoldo Balboa desempeñó cargos directivos durante toda la vida de la entidad. En 1929 desempeñaba la presidencia y en la década de 1939 se incorporó a la ABC del Partido de Corcubión al fusionarse con la sociedad muxiana. Igualmente, en octubre de 1933 hacía tiempo que figuraba asociado al Centro Región Leonesa, con el número 1745. Balboa, por sus estudios en la Escuela de Comercio de A Coruña, y por la infraestructura de exportación de encajes y puntillas que poseía su familia en Muxía, fue uno de esos emigrantes privilegiados que no tuvieron problemas sociales ni económicos durante su largo periplo migratorio.

Sentimos no disponer de una fotografía para mostrar su rostro, porque donde no hay imagen que mostrar intuimos que tampoco provoca reacción. Ni a favor ni en contra.