«He aprendido a hacer patchwork desde que estoy en casa»

PONTECESO

ANA GARCIA

AL MAL TIEMPO, BUENA CARA. Ya son muchos los que se apuntan a aprovechar las horas muertas para aprender a hacer cosas que hasta ahora no habían podido. ¿Eres de esos? Lee y mira. Se abre un mundo lleno de posibilidades

28 mar 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

A Teresa Mosqueira no le para ni el confinamiento. Ocupa tanto tiempo en hacer cosas que no se para ni un momento en pensar que no puede salir de casa. Su máquina Refrey es su compañía. El tacatá resuena en la habitación que tiene destinada para estos menesteres, mientras su pie pisa el pedal del buen hacer. La costura ha sido su vida desde siempre. Lo era cuando tenía una academia de corte y confección en Ponteceso, de donde es ella. La ha tenido desde siempre, hasta que llegó el momento de retirarse. Pero el hilo y el dedal le siguen acompañando en su día a día. Ella cose para entretenerse, porque le gusta, por puro placer. Pero nunca antes había tenido tiempo de atreverse con una técnica que le encantaba, la de elaborar prendas a partir de retales. Se conoce como el patchwork. Por eso cuando vio que el Gobierno decretó el estado de alarma hace ya quince días y que tendría que estar en casa todo este tiempo, pensó que sería una estupenda oportunidad para iniciarse en esta modalidad a la que nunca antes pudo dedicarle tiempo. Ella es un ejemplo, pero hay muchos casos más de personas que han decidido ponerle buena cara al mal tiempo. Y que aprovechan para aprender aquellas cosas que la dictadura de la rutina les impedía. Ahora es el momento perfecto.

LA JUBILACIÓN

«Vía cousas preciosas que se podían facer coa técnica de patchwork e gustábame moito, pero nunca tiven tempo de poñerme, entre os alumnos da academia e os encargos. E despois de xubilada estiven tres anos en Cádiz, así que aproveito que estes días non teño tanto para facer e decidinme a iniciarme. E a verdade é que está resultando», afirma.

Ni corta ni perezosa decidió encomendarse a su asistente de Google para hacerse con algún manual que circulara por Internet y rápidamente se puso manos a la obra. Todo ha sido coser y cantar: «Puxen o micrófono do móbil e díxenlle que me buscara como facer patchwork, déronme varias opcións e intenteino», explica Teresa. El resultado fue inmejorable hasta el punto de que ha logrado hacer varias cosas como carteras y bolsos. Pero de lo que más orgullosa está es de la colcha que le hizo a su nieta: «Quedou preciosa, a verdade. Eu teño teas para parar un tren porque sempre me gustaron e cando vexo algunha que me enche o ollo, mércoa aínda que despois non faga nada do que tiña pensado. Así que na casa teño gardadas moitas telas que agora me veñen moi ben», dice esta experta en enhebrar hilos, que también explica que está aprovechando los retales de camisas que una conocida le dio recientemente para elaborar algunas de estas prendas.

Para ella, el patchwork está siendo su mayor entretenimiento, porque reconoce que no enciende el televisor para nada: «Eu entretéñome estupendamente e ademais permíteme reciclar retallos», indica Teresa, que también reconoce que siempre le gustó economizar, un objetivo que es totalmente compatible con esta modalidad de hacer prendas.

TODO EN ORDEN

Es así como Teresa mata las horas, pero también le dedica tiempo a otros menesteres: «Agora teño colocadiños todos os armarios que nunca están como a min me gustaría. O mesmo me pasa coa despensa, que agora me deu tempo a poñer todo no seu sitio», explica esta ordenada vecina de Ponteceso, que también confiesa que por ahora en esto del patchwork no se atreve todavía con un nivel de dificultad elevado: «Hai miles de cousas que facer, nas difíciles aínda non me meto. Pero si nas que vexo que me poden quedar ben. Nesas si e vou vendo que me van quedando moi ben», asegura esta manitas que también confiesa que su hija María Jesús, que trabaja en Carballo en una agencia de seguros, también está aprovechando para coser estos días unas cortinas: «Non teño por que parar de facer cousas, traballo hai dabondo», reconoce. A este paso, la cuarentena le va a permitir renovar toda la ropa de casa y también de calle. Lo importante para ella es tener algo que hacer, y si no lo encuentra, lo busca.