Este proyecto no ha generado ningún movimiento social, y las primeras reuniones vecinales para conocer más detalles se fueron salvando con acuerdos generales
26 jun 2019 . Actualizado a las 09:45 h.La llegada casi masiva de los nuevos parques eólicos a la comarca conlleva la construcción de líneas de alta tensión para la evacuación de la energía producida. Unos cambios que no son nuevos, llevan años anunciados, pero como algunos de los parques previstos nunca salieron adelante, a menudo parecían proyectos que avanzaban sobre el papel, no sobre los montes.
Algunos sí lo hacen, como el muy reciente del eólico de Muxía, con una línea que engancha con la subestación de Vimianzo, y otros siguen la misma senda, como los tres parques en marcha entre Coristanco, Santa Comba y Carballo con Mesón do Vento: diez millones de euros y casi 20 kilómetros, proyecto que está generando un importante rechazo.
También saldrá adelante otra más pequeña, la que saldrá del parque de Miñón, en Vimianzo, con destino a Regoelle, en Dumbría, donde se ha construidos una importante subestación pensada en su día precisamente para canalizar toda la nueva energía que saldrá de la Costa da Morte. Antes de hacerlo enlazará con la que sale de otro eólico nuevo de Vimianzo, el de monte Tourado. La nueva línea, impulsada por Greenalia y cuya autorización definitiva acaba de publicar el DOG para la ocupación de los terrenos (incluidas las contestaciones a las alegaciones), es relativamente pequeña, apenas llega a los seis kilómetros, con una inversión de casi 600.000 euros.
Sin rechazos
En todo caso, este proyecto, ni los nuevos aerogeneradores que lo motivan, no ha generado ningún movimiento social, y las primeras reuniones vecinales para conocer más detalles se fueron salvando con acuerdos generales. Con todo, los cambios paisajísticos son inevitables, tras años de mínimas variaciones, y con un concello como Dumbría que el que tiene más líneas de alta tensión cruzando todo su territorio.