Jilmar Torres, Gustavo Quezada y San Emeterio son los jugadores rojiblancos cedidos con más protagonismo en sus equipos
29 mar 2020 . Actualizado a las 19:28 h.Aunque la permanencia en Segunda División requiere la mayor parte de los esfuerzos, en las oficinas del Club Deportivo Lugo siempre hay ojos para seguir con detalle la actuación de la delegación albivermella en la diáspora, compuesta en la actualidad por siete futbolistas tras la salida en el mercado de invierno de Antón Escobar y Orest Lebedenko. Meses antes, al inicio de temporada, los jugadores que salieron cedidos en busca de minutos fueron Jilmar Torres, Borja San Emeterio, Pedro López, Gustavo Quezada y el portero Pablo Cacharrón. En mayor o menor medida, todos han encontrado en sus destinos el protagonismo que fueron a buscar.
Jilmar Torres, Gustavo Quezada y Borja San Emeterio completan el podio de la delegación en minutos disputados. El primero, que fichó por el cuadro lucense el pasado verano procedente del Melilla, ha participado en 24 de los 28 encuentros del Andorra en el grupo tercero de Segunda División B, y en 22 de ellos lo hizo como titular en el lateral o el extremo zurdo. El cuadro andorrano, propiedad de Gerard Piqué, es noveno en la clasificación con 41 puntos, a ocho de los puestos de promoción de ascenso.
El mediocentro Gustavo Quezada también es un habitual en las alineaciones del Recreativo de Huelva, del decano del fútbol español, decimotercero en el cuarto grupo de la categoría de bronce, y en el que contabiliza 24 partidos —21 como titular— y un total de 1.928 minutos. El futbolista ecuatoriano llegó al Ángel Carro en el verano del 2018 desde el Getafe B para enrolarse en las filas del filial y su actuación en el primer equipo rojiblanco se ciñe a los 8 minutos que disputó en una eliminatoria de Copa del Rey ante el Albacete.
En el tercer escalón de minutos acumulados aparece Borja San Emeterio, que cumple su segunda cesión en el Atlético Baleares tras la de la pasada campaña en la Cultural Leonesa en el mercado de invierno. En el cuadro balear, líder en el grupo primero de Segunda B, el lateral derecho cántabro acumula 1.531 minutos —21 partidos jugados, 18 titular— y contribuyó con un gol en la goleada (6-0) de su equipo ante el Celta B. Antes de salir cedido por primera vez, San Emeterio no jugó más que dos partidos oficiales con el Lugo, uno de liga en el campo del Extremadura y otro copero en el feudo del Nástic de Tarragona.
Como Quezada, del filial también subieron Pablo Cacharrón y Pedro López. El portero defiende ahora el marco de un Barakaldo que lucha por escaparse del precipicio en el grupo 2 de Segunda y donde alterna la titularidad con Javier Rabanillo. El meta lucense estuvo en el once inicial en 13 de sus 14 encuentros disputados y encajó 20 goles, dejando la portería a cero en dos ocasiones.
El central Pedro López, por su parte, ha disputado 1.437 minutos repartidos en 18 partidos —17 como titular— con la camiseta del Unionistas salmantino, rival del Barakaldo de Cacharrón en la carrera por la permanencia.
El mercado de invierno
Los últimos en sumarse a la expedición rojiblanca en la diáspora fueron Orest Lebedenko y Antón Escobar. El lateral izquierdo ucraniano optó por enrolarse en el Olimpik Donestk de la liga de su país, donde debutó a finales de febrero y completó tres partidos enteros en las cuatro jornadas disputadas desde que se reanudó el campeonato tras el parón invernal hasta la suspensión por la crisis del COVID-19. Desde su ingreso en el equipo lucense procedente del Karpaty Lviv en enero del 2019, Lebedenko disputó seis partidos de liga y uno de Copa del Rey con la primera plantilla rojiblanca.
La nómina la completa Antón Escobar, el delantero que asimismo dio el salto desde el filial y eligió el Coruxo para acabar la temporada en curso, después de haber disputado solo 5 minutos en Segunda con el Lugo en la visita del Tenerife. Míchel Alonso le puso a jugar en las seis jornadas celebradas desde su llegada, pero solo en la última, en el campo del Real Madrid Castilla, lo incluyó en el equipo inicial.