José Ángel Rodríguez, cardiólogo: «Las mujeres tienen mayor riesgo de infarto por dormirse más tarde de las doce»

CIENCIA

MARCOS MÍGUEZ

El especialista comenta los resultados del estudio científico que alerta de la importancia que tiene la hora de acostarse para el corazón

25 nov 2021 . Actualizado a las 09:14 h.

Un estudio liderado por la Universidad de Exeter y publicado en la revista científica European Heart Journal aborda una realidad desconocida hasta el momento: cuál es la mejor hora para empezar a dormir si queremos prevenir eventos cardiovasculares. Un factor que, señala el cardiólogo José Ángel Rodríguez, es todavía más determinante en las mujeres. «En los hombres el único riesgo alto de evento cardiovascular que aparece es el de acostarse antes de las diez», asegura.

—¿Por qué aumenta el riesgo de infarto al dormir antes de las diez?

—Necesitamos dormir para mantener nuestro reloj interno, el ritmo circadiano. Necesitamos apagarlo para que las cosas vuelvan a funcionar. Se conoce desde hace tiempo que hay un pico de incidencia de infartos en el despertar, sobre las seis y las siete de la mañana, que es cuando se activa el sistema nervioso simpático. También había información de que hay que dormir un número de horas ideal, digamos, que está entre siete y nueve. Por encima de nueve y por debajo de siete incrementa la incidencia de problemas de índole cardiovascular. De ahí sale la media de ocho horas diarias, cosa que hasta donde yo sé no cumple ni la mitad de la población. Había también evidencias sobre la calidad del sueño.

—Pero este estudio solo habla de la hora a la que nos dormimos.

—Lo llamativo de este estudio es que es una población enorme, más de ochenta mil personas. Además, la mayor parte de los estudios se hacían preguntando al paciente, eran informaciones subjetivas. Aquí han utilizado un acelerómetro de muñeca que registra cuándo una persona se acuesta y cuándo se levanta a lo largo de la noche. Y es el primero que analiza los efectos de la hora de empezar a dormir, sí. Lo peor es dormir más allá de las doce, lo segundo peor antes de las diez, lo tercero peor es entre once y doce, y lo mejor entre las diez y las once.

—El riesgo entre dormir a partir de las doce (25 %) y antes de las diez (24 %) es casi igual de alto.

—Sí, básicamente son los mismos riesgos. Después de un seguimiento de casi seis años con el acelerómetro, se analizó el número total de eventos cardiovasculares, y se concentraron en los diferentes rangos de hora. El problema es cómo se interpreta. Los que se acuestan más tarde de las doce tardan más en ver la luz del día, y por tanto, en activar y normalizar el ritmo circadiano, pero es más difícil de interpretar qué pasa cuando se acuestan antes de las diez.

—¿Independientemente de otros factores?

—Sí, el resultado de esto es independiente del tiempo que han dormido o de la deficiente calidad del sueño. Se ha hecho un ajuste estadístico para ver que no influían la diabetes, la obesidad...

—El nivel socioeconómico también influye.

—Se sabe que cuando el nivel socioeconómico es más bajo, más probabilidades tienes de eventos cardíacos, por muchos factores. Tu formación cultural es menor, la calidad de tu alimentación, el acceso a actividades deportivas y culturales... Pero el estudio también es independiente de eso.

Tenemos interiorizado que acostarse tarde es malo, pero no que hacerlo demasiado pronto también lo sea.

—Bueno, cuidado, eso es algo intuitivo y hay que evidenciarlo. Seguramente, fisiológicamente hay una hora a la que es mejor desconectarse, ni muy pronto ni muy tarde. Y lo otro que incomoda del estudio es que esto se produce sobre todo en las mujeres, su riesgo se incrementa significativamente por dormir antes de las diez o después de las doce.

—Ellas siempre tienen más riesgo, ¿no?

—Es que, cuidado, que en los hombres el único riesgo alto que aparece es el de acostarse antes de las diez. Aunque existe riesgo en los otros horarios, no es estadísticamente significativo.

—Entonces está clara la hora de irse a dormir.

—Aquella persona que quiera mejorar su pronóstico vital, que tome en el modo en que le sea posible las medidas para acercarse a esto en función de sus posibilidades y su forma de ser. Pero la gente decide. Puedes hacer deporte y no fumar, y que te encante salir. Siempre se sustituyen unos riesgos por otros.