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La bioeconomía es clave en el proceso de transformación del sistema actual de producción y consumo

Tras la llegada de la quinta ola generada por la COVID-19, es necesario apostar, aún con más ahínco, por una recuperación a largo plazo, centrada en el cuidado del medio ambiente y sostenible. Así, para mitigar las consecuencias de esta crisis, la Unión Europea promueve una serie de programas y políticas que tienen como objetivo la regeneración económica de la mano de una transición ecológica.

Es imprescindible, por tanto, que la reconstrucción se lleve a cabo con un enfoque de sostenibilidad, teniendo en cuenta los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y avanzando en su complimiento. Es una oportunidad única para transformar la sociedad hacia un modelo más eficiente a través de una ‘recuperación verde’.

La bioeconomía es clave en este proceso de transformación del sistema actual de producción y consumo. Se trata de un modelo integral basado en el aprovechamiento responsable de los recursos naturales, que impulsa la lucha contra el cambio climático y que es generador de empleo estable y riqueza para el territorio. Este modelo de gestión tiene en la madera una de sus principales materias primas, siempre obtenida a través de una gestión forestal transparente y responsable.

En las biofábricas de celulosa de Ence, esta madera se transforma en bioproductos y bioenergía. Las plantas de Ence se basan en el modelo circular, en el que todos los recursos se utilizan y reutilizan de manera eficiente, generando los mínimos residuos posibles y proporcionando a la sociedad materiales necesarios y de uso común. Materiales de origen natural, renovables, reciclables y biodegradables, que pueden ser aprovechados de forma sostenible por la sociedad y volver a la naturaleza, cerrando así un círculo virtuoso.

Gracias al suministro de celulosa, la compañía proporciona además una materia prima natural que en multitud de casos sustituye a otros materiales, como el plástico y sus derivados. De esta forma, la compañía contribuye de forma directa a la lucha contra el cambio climático, y con la generación de energía renovable con biomasa, al impulso de una energía sostenible, gestionable y respetuosa con el medio ambiente.

Además, la compra de madera local genera empleo en el entorno próximo (200 millones de euros al año en Galicia). De este modo, a través de una gestión forestal sostenible, Ence ayuda a dinamizar el sector forestal, contribuyendo a evitar el abandono de los montes y minimizando el riesgo de incendios.

Ence Pontevedra, gracias a su compromiso medioambiental, cuenta con destacados reconocimientos, como la Distinción Oro de la Comisión Europea y la ecoetiqueta Nordic Swan, sello ecológico oficial de los gobiernos escandinavos. Además, la planta cuenta con el Certificado "Residuo Cero" de AENOR, por la gestión y valorización de subproductos, y su celulosa ha sido validada con la Etiqueta Ecológica de la UE. La actividad de Ence puede contribuir, de esta manera, a que, como sociedad, demos pasos firmes hacia la recuperación verde.