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La biofábrica de Ence en Pontevedra es un referente en sostenibilidad y generación de empleo. A través de su actividad, esta instalación constituye un ejemplo de contribución a la bioeconomía circular, partiendo de una gestión forestal sostenible y a través de un proceso basado en la utilización de materias primas naturales, renovables y de proximidad.

Más de mil personas trabajan cada día en esta biofábrica: 425 trabajadores son personal propio de la compañía, a los que se suman 300 transportistas y 300 obreros más de subcontratistas industriales. Según los últimos datos disponibles sobre el impacto de Ence en el empleo en Galicia, otros 4.100 puestos de trabajo dependen de la planta, de los que 2.100 corresponden al ámbito forestal y los restantes dos mil a contratistas del área industrial.

Sostenibilidad industrial

Ence es clave para el desarrollo del sector forestal en toda Galicia y también supone el principal cliente de los productores gallegos de madera. La compañía actúa como promotora de la industria forestal, aplicando las mejores prácticas de gestión en su patrimonio y extendiéndolas al resto del sector, generando, de esta forma, valor para propietarios, empresas de aprovechamiento y transportistas a través de sus compras de madera.

De hecho, la aportación anual de Ence al ámbito rural en Galicia asciende a más de 190 millones de euros, superando las dos líneas de fondos europeos (PAC) destinadas a las explotaciones ganaderas y agrícolas.

Calidad medioambiental

La biofábrica de Ence en Pontevedra es una de la dos únicas factorías en Europa y una de las pocas en el mundo que blanquea celulosa con agua oxigenada, es decir, que no utiliza cloro. Los parámetros de la planta mejoran ampliamente las más exigentes normas y autorizaciones ambientales europeas y españolas. Ence Pontevedra, además, publica diariamente todos sus datos medioambientales; una iniciativa voluntaria y única en la industria.

Asimismo, esta instalación ha sido reconocida con la etiqueta Nordic Swan, distintivo ecológico de los países escandinavos, por cumplir con los más exigentes criterios de respeto ambiental, así como con  la Distinción Oro de la Comisión Europea.

Otra prueba de la calidad medioambiental de Ence Pontevedra se encuentra en que cientos de personas marisquean delante de la biofábrica. En este entorno de la Ría hay importantes bancos de marisqueo, destacando el ubicado en Os Praceres, así como en los tramos litorales próximos de Lourido, Combarro y Raxó. Igualmente, en el área de la Ría próxima a sus instalaciones hay seis playas que recibieron en el 2022 el distintivo de la bandera azul de la UE: Cabeceira, en Poio; y Portocelo, Mogor, Aguete, Loira y Santo do Mar, en Marín.

La biofábrica, que se autoabastece de energía renovable, dispone además del certificado medioambiental “Residuo Cero”, que AENOR otorga a aquellas organizaciones que llevan a cabo una gestión eficiente de sus residuos y que son capaces de valorizarlos.

La biomasa que utiliza la compañía cuenta además con la certificación SURE, que garantiza su sostenibilidad y asegura el cumplimiento de las exigencias de la directiva de Energías Renovables (UE) 2018/2011 (REDII).

Actualmente la biofábrica está desarrollando una prueba piloto para la regeneración de agua de la EDAR (Estación Depuradora de Aguas Residuales) de Pontevedra; una iniciativa puntera, basada en la reutilización de las aguas de la depuradora, junto con la recirculación del agua de la propia biofábrica que, de nuevo, evidencia la firma apuesta de Ence por la bioeconomía circular.