Caballero no acudió al último encuentro de alcaldes y no se ha reunido con la conselleira; el estancamiento dura ya cinco meses
17 ago 2014 . Actualizado a las 22:03 h.La incorporación de Vigo al plan de transporte metropolitano impulsado por la Xunta es un compromiso incluido en el pacto presupuestario PP-PSOE, pero han transcurrido cinco meses y no se han producido novedades apreciables. Si acaso, la inclusión de una partida ínfima en las cuentas municipales para realizar un estudio y una reunión entre el alcalde y el anterior conselleiro el pasado uno de marzo.
Precisamente, el relevo de Agustín Hernández en la Consellería de Medio Ambiente provocó dudas sobre la puesta en marcha de un sistema tarifario comarcal que no se han solventado. De hecho, el portavoz del PP, José Manuel Figueroa, anunció a primeros de julio que estaba gestionando una reunión entre la nueva titular del departamento autonómico, Ethel Vázquez, y el alcalde de Vigo, que no se ha producido.
Sorprende que transcurrido mes y medio nada se sepa de dicho encuentro. Caballero no lo ha mencionado en ningún momento, Figueroa se ha olvidado de su labor mediadora, aparentemente fracasada, y en la Xunta confirmaban la víspera del puente que no está prevista dicha reunión. Y algo más: que cuando Caballero la solicite se llevará a cabo «pero aínda non o fixo», explicó un portavoz.
Otro síntoma escasamente alentador sobre la viabilidad del transporte metropolitano en base a un acuerdo político entre Caballero y la Xunta se vio el pasado 30 de julio. La directora xeral de Mobilidade, Carmen Triguero, se reunió una vez más con los alcaldes implicados en la delegación de la Xunta en Vigo. Y una vez más, el gobierno vigués se conformó con enviar a una funcionaria, política que aplica a rajatabla desde que empezaron los contactos. De esta forma evita asumir compromisos, nadie puede acusarle de no acudir y conoce los datos que se manejan.
En estos momentos, el único paso efectivo del Concello vigués es la inclusión de una partida de 26.400 euros en los presupuestos del 2014 para financiar un estudio. Es un compromiso mínimo del que tampoco existe constancia de que se haya materializado en un encargo.
Y respecto a la reunión del alcalde con el conselleiro en marzo, Caballero aseguró al finalizar que se daba tres meses para tomar una decisión. Ha pasado ya casi medio año y todo sigue exactamente igual que estaba.
Los bomberos desalojaron la pasada noche de su vivienda en el barrio vigués de O Calvario a un vecino cuando se había producido un incendio en su edificio. José es el único inquilino del inmueble. Vive en el primer piso, pero ni se percató del fuego que cerca de las tres de la mañana comenzó a propagarse por toda la planta baja. «Estaba viendo la televisión en el salón, que está en el fondo de la casa, alejada de la fachada de la calle, y me quedé allí dormido», explica. Al poco le despertó la estrepitosa llegada de los bomberos, quienes irrumpieron en la casa para llevar a cabo el rescate. «Me despertó un ruido enorme. Apareció un hombre enorme con un hacha. Me sobresalté, pero eran ellos, los bomberos», cuenta el rescatado.