Seis minutos para que te vea un sanitario, siete horas para salir

D. Seoane A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA

ANGEL MANSO

El servicio registra una mejora en sus índices de respuesta pese al aumento sostenido de la demanda

11 nov 2018 . Actualizado a las 16:21 h.

Está siempre disponible. Día y noche. Domingos y fiestas de guardar. No cierra nunca sus puertas, carece de límite de aforo y tampoco se reserva el derecho de admisión: a quien llegue se le atiende, así esté rozando el techo en ocupación. Ya se le buscará un hueco. Así es Urgencias, un servicio que en el Chuac, al cabo de un año, trata a lo equivalente a la mitad larga del censo coruñés: más de 127.000 adultos buscaron atención en el 2017 en el más elástico de los equipos sanitarios. Si la llegada fuese escalonada, un enfermo cada cuatro minutos. Sin parar.

Cualquier mal puede llegar, a veces muchos juntos, y cada caso tiene su propia medida. Pero las medias -todo está calculado- reflejan que, pese al constante aumento de la demanda y la tasa de ingreso, ya en el 18 %, en tres años se ha bajado el tiempo de respuesta y también la estancia en el servicio. El primer contacto con personal sanitario es en 6 minutos, minuto y medio antes que en el 2015, y se sale al cabo de siete horas, una antes.

Mejoras de espacio y herramientas como el UMAx colaboran a hacer frente a una presión sostenida que asumen 254 personas (41 médicos, 95 enfermeros, 68 auxiliares, 42 celadores y 8 auxiliares de información). Al cruzar la puerta acristalada hay tres puestos de triaje, donde se filtra la entrada. Salvo el enfermo muy muy grave, que hace que se deje cualquier cosa para asistirlo y pasa directamente a uno de los seis puestos de críticos con ventilación mecánica, en Urgencias no se atiende por orden de llegada. No. Es la prioridad, marcada por colores según el sistema Manchester (rojo, naranja, amarillo, verde y azul), la que establece el turno para ser visto por el médico. Por gravedad, obviamente, y también por grado de dolor.

«Al menos el 20 % de los pacientes no tendrían que llegar hasta aquí», confirman los médicos. Pero lo hacen. Dentro, cinco consultas, veinte boxes individuales, otro para cinco enfermos, dos para agitados, y tres áreas de observación: una con 64 puestos (48 camas y 16 camillas), otra con 33 (28 sillones y 5 camillas) y una polivalente (15 camillas con acompañante). Todos y todo para ayudar a cuantos les urge encontrar alivio. Sin parar.