La Policía acude a desalojar un edificio okupado en la calle La Paz y lo pospone al lunes

Emiliano Mouzo A CORUÑA

A CORUÑA

B. Franco, F. Molezún

El inmueble coruñés, situado en la calle Paz, lleva allanado desde unos tres años

09 feb 2019 . Actualizado a las 22:15 h.

Un amplio dispositivo policial del 091 se desplegó a primera hora de la mañana de este jueves en la calle La Paz, en las inmediaciones del antiguo edificio de la Audiencia Provincial. El objetivo era proceder al desalojo del número 5, un inmueble nuevo y sin estrenar, okupado desde hace unos tres años. En él, al menos, residen «entre ocho y diez personas, entre ellos algunos menores», indicaron fuentes de la comisión de desahucio.

Sin embargo, la ejecución de la orden judicial quedó pospuesta hasta el lunes: «Nos dieron ese plazo porque en estos momentos hay compañeros fuera y no pueden sacar sus pertenencias. Si no fuese así ya nos teníamos que ir hoy», manifestó uno de los okupas que salió a la calle descalzo y llorando.

Tras conseguir el aplazamiento del desalojo, una parte de los okupas del edificio se dirigieron hasta los Juzgados. Allí se sentaron, acompañados de otros compañeros que viven ilegalmente en otros pisos de la ciudad. «Estamos esperando la llegada del abogado de Stop Desahuicios», dijeron.

Quieren consultar al letrado cuáles son sus derechos. Indicaron que no entendían nada «de lo que consta en el escrito que se nos entregó». Incluso creen «que se nos acusa de cosas que no hemos hecho», señaló otro okupa.

El operativo policial comenzó minutos antes de las 9.00 horas. Varias furgonetas del 091 llegaron a la calle Paz y un coche patrulla impidió el tráfico rodado por esta vía. Una docena de agentes, equipados con cascos, colocaron cintas que también no permitía el paso a los peatones, desde la calle Vizcaya hasta la calle Antonio Viñes.

Negociación durante una hora

Minutos después llegó a la zona un cerrajero. Él fue el encargado de sacar el bombillo de la puerta del portal del edificio para facilitar la entrada al inmueble.

Accedieron agentes del 091 y la comisión judicial. Hablaron con los okupas y negociaron hasta casi las diez de la mañana. Alcanzaron el acuerdo de posponer el desalojo. Incluso le facilitaron una llave de la nueva cerradura a uno de los okupas.

A los vecinos de la calle Paz les llamó la atención el importante despliegue policial. A medida que fueron pasando los minutos conocieron que la actuación del 091 era para desalojar a los okupas del número 5.

Recuerdan que hace unos tres años llegaron al inmueble. Dicen de ellos «que son buena gente, no son conflictivos», manifestó Luisa Doldán, una vecina de un edificio anexo. Otros residentes de la calle Paz aseguraron que lo que más les molesta «es que tienen muchos perros que hacen mucho ruido y dejan muy mal olor», subrayaron.

También se quejaron de que al edificio «llegan cada vez más personas que no son tan pacíficos como los que había. Esto ya es una comuna». Apoyan el desalojo, pero piden «que se le busque una solución».

A principios del 2016 ocuparon una vivienda, después invadieron los diez pisos

Hace unos tres años que el colectivo de okupas que ayer fue instado a que abandonaron el edificio número 5 de la calle Paz llegaron al inmueble que no había sido estrenado ya que la constructora quebró y lo abandonó.

Los primeros okupas se conformaron con instalarse en uno de los pisos de la primera planta. Como el inmueble, en su totalidad, ya había sido saqueado, colocaron tablas de madera en las ventanas para anclar lonas y mantas que le protegiesen del frío y de la lluvia.

Pero poco a poco se fueron haciendo con la totalidad de las diez plantas «e incluso con el ático con terraza al edificio», indicó Mari Luz Soneira, una vecina de la zona. Lo que no se explican los vecinos es cómo tenían «suministro de luz y agua; o tienen tomas ilegales o alguien les paga los consumos», subrayó Soneira.

Otros casos

En la ciudad ya se registraron, e incluso existen, otros casos similares al que se está a punto de resolver en la calle Paz.

Recientemente el Ayuntamiento puso fin as la ocupación de una casa en el Agra dos Mallos, en el entorno de la explanada en la que se celebra el mercadillo de A Sardiñeira. Los vecinos de la calle José Baldomir también se quejaron de los ruidos por fiestas y por la emisión de aguas fecales a la calle.

A finales del año pasado, los bomberos también tuvieron que acudir a la calle Socorro a sofocar un incendio en un edificio donde residían okupas. De hecho, agentes del 091 arrestaron al autor del fuego en Palencia.