Suspendido el desalojo de los okupas de la calle La Paz

E. Eiroa, B. Franco A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA

El abogado de los okupas asegura que no se les ha notificado el desahucio

12 feb 2019 . Actualizado a las 13:56 h.

Los okupas de la calle La Paz seguirán por ahora en el inmueble. La comisión judicial se acercó al lugar, tras la prórroga dada hasta este lunes para su salida, finalmente no ha ejecutado el lanzamiento. Los funcionarios llegaron minutos antes de las nueve y media de la mañana. Se encontraron con la puerta bloqueada y ya comenzaba a intervenir un cerrajero cuando uno de los okupas se asomó a la ventana. «Diste tu palabra», le recordó una integrante de la comisión judicial en alusión a que esa persona se había comprometido a abandonar el inmueble ayer.

El okupa contraatacó a los reproches por no haber hecho lo que dijo que iba a hacer: «Si desde hace tres años sabéis que hay gente aquí, ¿por qué no lo habéis puestos en los informes? Hacéis lo que queréis con las leyes», acusó, y aseguró que tienen «toda la disposición» para irse y que lo único que piden es «un plazo lógico para buscar una vivienda, porque tres días no llegan».

El abogado de uno de los okupas, Antonio Vázquez, letrado también de Stop Desahucios, sí accedió al edificio donde estuvo un rato reunido con su cliente. Asegura que este no ha sido notificado del desahucio por lo que no puede llevarse todavía a cabo. Desde que le llegue la notificación, tendría 10 días de plazo para presentar alegaciones y si el juez decide que tienen que salir, tendría que darles un mes, indicó el letrado. La no notificación podría ser la causa del nuevo aplazamiento.

Los okupas habían mostrado su intención de salir, pero pedían tiempo para buscar un nuevo domicilio. El inmueble está en manos de la Sareb desde que el conocido como banco malo se hizo con él en subasta judicial. Al parecer en esa subasta no constaba que el edificio estuviera habitado por lo que el banco no pudo tomar posesión al constatarse que sí lo estaba.

El inmueble es un edificio de nueva construcción que quedó a medio terminar durante los años de la crisis. En él no vive tan solo un okupa, sino varios, en distintos pisos. La comisión judicial finalmente se fue a la espera de lo que decida un juez.