Los ladrones llegaron a entrar en tres viviendas de la Zapateira en una sola tarde
23 mar 2019 . Actualizado a las 09:55 h.Son tres, vinieron de Albania y en las últimas dos semanas entraron a robar en, al menos, 12 viviendas de A Coruña y comarca. Los tienen identificados. Solo falta encontrarlos. Tal vez no estén ya en A Coruña porque «puede que ya estén robando en otra comunidad», según fuentes de la Guardia Civil, que destinó a la desarticulación de la banda varios agentes del cuartel de Arteixo y de Betanzos. Son grupos itinerantes que están poco tiempo en una provincia y huyen antes de sentir el aliento de la policía.
Ya sea su detención en A Coruña, como en Almería, «lo importante es que cuando caigan se les va a poder imputar los robos cometidos en la comarca», pues la Guardia Civil ha reunido pruebas suficientes que los vinculan, por el momento, a 12 asaltos. Puede que sean algunos más.
Eso sí, no son violentos. Jamás entraron en una casa con gente dentro y cuando fueron sorprendidos hace una semana en A Zapateira saliendo de una casa no se enfrentaron al vecino, pese a que este llegó a ponerse en medio de la calle para cortarles el paso. Lo esquivaron y desaparecieron. En su Audi A3 blanco, un vehículo que utilizaron durante los asaltos y que ahora también se desconoce su paradero.
Por cómo actúan, la Guardia Civil sabe que no tiene enfrente a una banda profesional. Sin ser legos en la materia, cometen errores propios de principiantes. Como aparcar el coche en el que huyen en una calle sin salida, algo que llamó la atención al sargento del cuartel de Betanzos. Eso nunca lo haría una banda bien organizada. Los ladrones profesionales, según les dijo el guardia civil a los vecinos, siempre buscan lugares con varias vías de escape.
Fue por eso mismo, por aparcar en una calle sin salida, por lo que fueron identificados. Ocurrió el viernes de la semana pasada en A Zapateira. Siempre actúan entre las 19 y 22 horas y ese día lo hicieron a las 21.30. Aparcaron en la travesía de A Cornixa, entre la urbanización que lleva el mismo nombre y Montegolf. Una calle que muere en una valla. No les importó. Ya era de noche y, respaldados por la oscuridad, rodearon la urbanización hasta una casa abandonada en Monte das Arcas, rodeada de una finca llena de maleza. La tuvieron que cruzar para acceder a la urbanización A Cornixa. Tuvieron suerte. Nadie le dio importancia a los ladridos de un mastín de una casa cercana. Tampoco parece que les asustase la presencia de un San Bernardo en la vivienda contigua a una de las asaltadas. Ni los ladridos de un astuto can de palleiro que sabe quién llega a la urbanización por el ruido del motor del coche. En medio de aquel estruendo, cuando una banda profesional abandonaría, ellos continuaron. Primero entraron en una casa. Lo dejaron todo patas arriba después de desactivar la alarma, trabajo que sí hacen bien. Buscaban oro y dinero y nada de eso encontraron. Sin nada en la mochila, saltaron a la vivienda contigua. También con medidas de seguridad que burlaron con un colchón después de entrar por la ventana de la buhardilla. Ahí encontraron una caja fuerte incrustada en la pared. La sacaron a golpes. Estruendo que fue escuchado por los vecinos de la casa de al lado, sin sospechar ni por un momento que se trataba de un robo. Cuando salían con ella, fueron vistos por un vecino. Se puso en medio de la calle y los malandros frenaron. Lo esquivaron y huyeron, dejando uno sus huellas en uno de los vehículos estacionados. Porque en lugar de permanecer con los guantes puestos, se los quitaron al salir de la vivienda con el botín. Esa misma noche, la caja fuerte fue encontrada abierta y vacía en un monte de Altamira (Cambre).
Días atrás ya habían entrado en dos viviendas de la misma zona de A Zapateira, un lugar sumamente castigado por las bandas dedicadas al robo en casas. También asaltaron viviendas en Arteixo y Betanzos.