Propone a la plantilla incluir sus exigencias en las condiciones del contrato, y el comité acepta que se aplace la convocatoria de huelga
19 abr 2019 . Actualizado a las 19:34 h.El gobierno local movió ayer ficha para intentar evitar la huelga indefinida de la planta de Nostián, que debía arrancar el domingo a las 22.00 horas. La concejala de Medio Ambiente, María García, firmó un acuerdo con los representantes de la plantilla en el que se compromete a analizar sus reclamaciones, entre ellas mejoras salariales y sociales, con el fin de incluirlas en los pliegos del nuevo contrato, que debe adjudicarse antes de que acabe el año. A cambio, el comité aplazará la convocatoria de huelga hasta el 30 de abril, por el momento.
García dijo que intentarán «realizar uns pregos que aseguren unhas boas condicións laborais», y criticó que la concesionaria de la planta de reciclaje, Albada, «négase a negociar estes incrementos cos traballadores».
Según el acuerdo, similar al alcanzado con los trabajadores de la recogida de basura, el comité de empresa de Albada formará parte de una «mesa de traballo» con el Ayuntamiento en la que se definirán las mejoras sociales y laborales del nuevo contrato.
Los trabajadores habían convocado la huelga ante la falta de avances en la negociación del convenio colectivo con Albada. La empresa rechazaba mejorar sus salarios. Su propuesta se limitaba a mantener las condiciones actuales, y renunciar al recorte de 600.000 euros en costes laborales que anunció en el 2018. Esa bajada se planteó cuando el Concello de Arteixo decidió llevar sus residuos a Sogama en vez de a Nostián, lo que redujo los ingresos de la planta coruñesa.
Ante la negativa a negociar, el comité de empresa exigió al gobierno local que mediase frente a la compañía y, ante la falta de movimientos, convocó el paro.
La concejala María García acusó a Albada de intentar «obter beneficios que non están enriba da mesa», en alusión a la negativa de la firma de pagar la millonaria obra de sellado del vertedero, y lamentó que sea la «cidadanía da Coruña» la que «pague» esa «estratexia». Según aseguró, el acuerdo con los representantes de los trabajadores supone «non ceder ás presións da empresa».
La decisión de incluir las mejoras laborales de la plantilla en los pliegos supondrá que Albada no tendrá que descontarlas de su cuenta de resultados mientras siga al frente de las instalaciones. Sí tendrán que hacerlo las compañías interesadas en la gestión de la planta, pero podrán ajustar sus ofertas al coste del contrato, por lo que al final los gastos recaerán en las arcas locales.
María García añadió que gracias al acuerdo se evita una huelga que «prexudicaría a toda a cidade», y que estallaría en plena precampaña de las municipales.