Al fin una alcaldesa en María Pita

Luís Pousa Rodríguez
Luís Pousa CRÓNICAS CORUÑESAS

A CORUÑA

CESAR QUIAN

18 jun 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

Sí, ya sé que entre 1978 y 1979 Berta Tapia ocupó la Alcaldía de A Coruña durante cuatro meses. Pero eso fue antes de los primeros comicios municipales libres desde 1939. Inés Rey es la primera alcaldesa elegida en las urnas por los coruñeses. Y solo eso, y que otros dos de los cinco partidos con presencia en María Pita estén liderados por mujeres -Beatriz Mato (Partido Popular) y Mónica Martínez (Ciudadanos)-, ya es una noticia feliz.

En una ciudad liberal y progresista como la nuestra ya estábamos tardando demasiado en tener una política a los mandos del videojuego de las casas consistoriales.

Inés Rey nació en A Coruña el día en que Italia derrotó a Alemania en la final del Mundial 82, cuando Juan Carlos I se obstinaba en agarrar de la manga al presidente Sandro Pertini, para que el italiano guardase la compostura y se sentase en el palco como un niño formalito en lugar de celebrar eufórico el gol de Tardelli. Fue también el año en que González se comió en las generales a los demás partidos. Algo así como cuando a Triki le daba por zamparse las galletas de seis en seis, solo que Felipe engullía estadistas, como Fraga Iribarne, que tuvo que venirse a Galicia, donde por lo menos ganaba al dominó en el bar de Vilalba.

Se hizo socialista antes que abogada y, aunque hace solo unos meses nadie apostaba por ella, ha recuperado para el PSOE una de sus ciudades fetiche, la de las seis mayorías absolutas consecutivas de Paco Vázquez y el bipartito de Losada y Tello.

Llegar a la galería de retratos de María Pita no es obra del azar. El más grande de todos fue, sin duda, Manuel Puga y Parga: 275 kilos de alcalde. Picadillo era tan buena persona como exquisito gastrónomo. Fue un conservador tan moderado en la política como excesivo en la mesa. Cuando la huelga general de 1917, no cargó contra los manifestantes. Mientras en otras ciudades de España la policía abría fuego contra los obreros, en A Coruña Picadillo enviaba a los maceros municipales armados con mantas para que los huelguistas arrestados no pasasen frío en las mazmorras del castillo de San Antón. Otros dos alcaldes que hacen sacar pecho al coruñés son Manuel Casás y Alfredo Suárez Ferrín. El republicano Suárez Ferrín estaba al frente del Ayuntamiento cuando se produjo el alzamiento de julio de 1936. El exregidor Manuel Casás asumió su defensa, jugándose la vida ante un tribunal que ya traía del cuartel la sentencia redactada y firmada. Suárez Ferrín fue fusilado el 31 de agosto en el Campo da Rata.

Inés Rey es joven, pero tiene detrás un partido con 140 años de historia y por eso sabe que las instituciones no están para experimentos trasnochados. Confiemos en que, dentro de cuatro años, podamos decir, como los filosóficos vecinos de Amanece que no es poco: «Alcaldesa, todos somos contingentes, pero tú eres necesaria».