El Teresa Herrera se queda sin otras 75 plazas de aparcamiento

R. Domínguez A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA

CESAR QUIAN

Movilidad, que estudia alternativas, suprime el estacionamiento lateral entre quejas de usuarios y personal por un problema de accesibilidad del transporte adaptado

15 ago 2019 . Actualizado a las 14:21 h.

«Vamos a tener que venir volando y lanzarnos en paracaídas», comentaba ayer entre la broma y el cabreo un trabajador del hospital materno infantil Teresa Herrera. Casi por sorpresa y sin previo aviso, personal y usuarios se encontraron con una nueva prohibición de estacionamiento en torno a un centro al que diariamente acuden cientos de personas que, en la práctica, tienen escasísimas opciones para dejar su coche. A no ser pagando.

El vial que discurre en uno de los laterales del materno, tras la salida por el paso subterráneo de la carretera al Oncológico, luce ya las líneas amarillas y la Policía Local ya se pasó el martes, y ayer de nuevo, para multar a los infractores y controlar que nadie aparcase en las alrededor de 75 plazas que, dada la capacidad de los conductores para achicar espacios, se hacían hueco en la zona.

La supresión, según confirmó el concejal de Urbanismo, Infraestructuras, Vivienda y Movilidad, Juan Díaz Villoslada, obedece a la obligación de cumplir con la regulación relativa a la accesibilidad, ya que «había un problema para que pudiesen pasar los vehículos de transporte adaptado» por el vial ahora limitado cuando ambas márgenes estaban ocupadas por los automóviles aparcados. Al final de la carretera, reside una persona con problemas importantes de movilidad, que a menudo se encontraba con la imposibilidad de salir de casa, y la decisión se tomó porque «tanto los afectados como las entidades del sector así lo demandaban». Además, el edil apuntó que la barrera que formaban los automóviles para el servicio de transporte adaptado no ocasionaba solo un problema particular, ya que «cuando se atascaba ahí, se retrasaba toda la ruta de recogida para muchas otras personas con altas discapacidades».

«La medida es drástica, pero a veces hay que tomar estas decisiones, no podíamos demorar más dar una solución a un problema que no viene de ahora, sino de meses e incluso años», subrayó Villoslada antes de añadir que «buscaremos alternativas». El responsable municipal de Movilidad aseguró que ya se están estudiando medidas que puedan paliar la restricción de espacios, y señaló que la negociación de una rebaja en las tarifas del párking privado del materno, con un coste de 1,74 euros la hora, «es una opción». No obstante, «tenemos alguna otra idea en cartera», añadió, aunque por el momento no está cerrada y, por lo tanto, prefirió no anticipar las posibilidades de disponer de más plazas en el entorno del hospital.

El carril bici eliminó 100 huecos

La nueva restricción llueve sobre mojado, ya que el materno ya se enfrentó hace apenas unos meses con otro recorte de huecos donde dejar el coche: las obras del carril bici supusieron la supresión de alrededor de un centenar de plazas en el arcén de la avenida de A Pasaxe. La decisión provocó tanto malestar que en marzo incluso hubo protestas, con manifestación incluida por la carretera para reclamar una alternativa. Aunque impulsada por los trabajadores del Teresa Herrera y el Chuac, la movilización hacía hincapié en las dificultades de los pacientes que acuden al centro, muchos de ellos para recibir tratamientos oncológicos, mujeres embarazadas o familias con niños que, en muchos casos, proceden de fuera de la ciudad e incluso de la comarca, ya que el Teresa Herrera es centro de referencia en Galicia en determinados servicios, como en el caso de Traumatología, Cardiología y Cirugía Cardíaca infantil.

El futuro del párking situado enfrente sigue en el aire y pendiente de decisiones judiciales

La bolsa más importante de espacio para dejar el coche en el entorno del materno es pagar el párking de Copasa, de 366 plazas, o utilizar el instalado frente al hospital, junto a la gasolinera, que tiene 38 pero tarifas más baratas. El futuro de este último sigue en el aire y pendiente de que se cierre el proceso abierto a raíz de la denuncia presentada, precisamente, por Copasa, que solicitó al Ayuntamiento que le retirase la licencia argumentando que era ilegal. El gobierno local acabó por denegarle al pequeño estacionamiento, a finales del 2018, la prórroga del permiso, por lo que los dueños demandaron a la empresa, y al Concello, y solicitaron una suspensión cautelar de la orden de cese de actividad por ser la única fuente de ingresos de la familia. El 11 de enero, el juzgado aceptó la petición, pero el 28 de junio el TSXG admitió la apelación de Copasa y la revocó. Seguir abierto o no dependerá del recurso de casación.