Los hoteles superan por primera vez las 400.000 pernoctaciones

Xosé Vázquez Gago
Xosé Gago A CORUÑA

A CORUÑA

PEDRO MACEIRA

La demanda de plazas en la primera mitad del año fue la mejor de la serie histórica

19 ago 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

A la espera de que finalice la estratégica campaña de verano, las cifras registradas entre enero y junio confirman la pujanza del sector turístico en A Coruña. Los hoteles de A Coruña nunca registraron tantas pernoctaciones en la primera mitad del año como en este 2019. Casi se alcanzaron las 416.000, lo que supone que se ha superado con creces la barrera de las 400.000 noches, que hasta ahora había parecía infranqueable en la serie histórica del Instituto Nacional de Estadística.

El aumento se ha repartido de forma desigual entre los meses analizados, aunque siempre se registraron mejoras. En marzo se contabilizó casi la misma cifra de pernoctaciones que el año pasado -aumentaron un 0,5 %-, pero en junio el incremento fue del 3,6 %, en mayo del 18,6 % y en enero del 10 %. Esa cifra, sumada a la subida de un 4 % en febrero, demuestra el «potencial» de A Coruña para ser un «destino atractivo en calquera época do ano», señalan desde la Consellería de Cultura e Turismo de la Xunta, que insiste en que es preciso seguir trabajando para desestacionalizar la oferta turística.

También es un destino más internacional, señalan desde la consellería. En la primera mitad del año llegaron a la ciudad 205.274 turistas, un 3,8 % más que hace un año. La mayoría de ellos, 162.170, vinieron desde otros puntos de España. Los 43.104 restantes, de países extranjeros. Pero el número de visitantes foráneos creció un 13,3 % con respecto al 2018. Casi un cuarto -94.031- de las pernoctaciones registradas fueron reservadas por ellos.

No solo vienen más turistas, también pasan más tiempo en A Coruña. Según los datos del INE, la estancia media ha superado los dos días desde marzo, mientras que en enero y febrero se situó cerca de los 1,9 días. Esas cifras son mejores que las de años anterior. En el 2018, el mejor mes fue abril con 2,05 días de media. En junio, frente a los 2,08 de este año solo se alcanzaron 1,78 días. Peor fue el balance del 2017, cuando no se superaron los 1,9 días en ningún mes de todo el primer semestre del año.

El resultado de todos los datos es un índice de ocupación hotelera que, como en el caso de las pernoctaciones, también es el más elevado de la serie histórica del INE. En junio, por ejemplo, se ha superado el 71 %, mientras que el año pasado se quedó en el 65 % y en el 2017 no llegó al 64 %. También han mejorado los meses flojos. En febrero, la ocupación hotelera fue del 55,5 %, mientras que en el 2018 se quedó en el 53,2 % y hace dos años apenas se llegó a superar el 45 %.

Empleo más constante

La mejora de las cifras y la desestacionalización se han traducido en un incremento de la rentabilidad del 6,6 % con respecto al mismo período del año pasado.

Pese a ello, por el momento no se ha alcanzado el pico de empleo. En junio del año pasado, 513 puestos de trabajo dependían directamente del sector hotelero, en junio de este año eran 489. Sin embargo, la demanda de trabajadores se ha mantenido mucho más constante este año. Los hoteles siempre han tenido más de 470 personas contratadas con la única excepción de enero, cuando esa cifra se situó en 458 empleos. En el 2018, por la contra, solo se pasó de los 470 puestos de trabajo en mayo y junio, mientras que el mínimo volvió a darse en enero, con 410 contratados.

La Xunta señala que los datos de A Coruña coinciden con las dinámicas de otros puntos de Galicia. Desde el punto de vista del Gobierno gallego, el crecimiento del número de visitantes fuera de período estival indica que las políticas de fomento del turismo impulsadas en colaboración con el sector y otras administraciones «están a funcionar».

En A Coruña, el Ayuntamiento aprobó en el 2017 un plan estratégico de turismo que recogía 42 medidas para potenciar el sector que se desarrollarían hasta el año 2020 o incluso hasta el 2023, en caso de las financiadas con ayudas de la Unión Europea.

El plan busca fomentar el turismo de congresos, el gastronómico, el musical y el llamado «city break». Ese turismo implica estancias cortas, como un fin de semana largo, que generan un gasto elevado y un aprovechamiento intensivo del tiempo en las ofertas -cultural, comercial, gastronómica...- de la ciudad.