El primer observatorio meteorológico, pionero en divulgación

Xosé Alfeirán

A CORUÑA

PACO RODRÍGUEZ

El centro se creó en diciembre del año 1863 y se instaló, por falta de recursos, en el jardín del Instituto de la calle Herrerías

23 sep 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

¿Qué tiempo va a hacer mañana? Casi no podemos vivir sin saberlo y las diarias predicciones meteorológicas, cada vez más sofisticadas, intentan satisfacer nuestra curiosidad y prevenir las consecuencias de la variabilidad atmosférica. Es el resultado del esfuerzo de los científicos contra la incomprensión y la escasez de medios.

En Galicia, uno de estos pioneros fue el santiagués Benito Ángel Sotelo, bachiller en Filosofía, licenciado en Medicina y profesor de Matemáticas. En 1836 se estableció en A Coruña ejerciendo en la Escuela de Comercio y Náutica. A él le debemos los primeros datos estadísticos del tiempo en la ciudad. Los publicó en El Fomento de Galicia del 9 de abril de 1858. Las medias relativas que obtuvo, tras seis años consecutivos de observaciones desde 1852, fueron: temperatura 16,6 grados, número de días nublados 135, lluviosos 131, de sol despejado 73, de viento nordeste 114, de sudoeste 48, de norte 26 y de sur 16.

Al mismo tiempo insistió en su utilidad práctica. Así en su discurso de apertura del curso escolar coruñés de 1864-65, publicado en la revista Galicia del 15 de noviembre de 1864, frente al desinterés social de su época ante los efectos meteorológicos, afirmaba, con visión profética, la necesidad de «consultarlos a cada hora para la salud, para los viajes, para la marina, para los trabajos públicos, para evitar los inconvenientes de los excesos de calor o frío; y finalmente, para los casos en que, siendo posible prever con anterioridad el estado futuro de la atmósfera, podamos librarnos de sus molestas influencias o de sus peligrosos paroxismos».

A remolque de lo que acontecía en Inglaterra, Francia y Estados Unidos, en España la primera red estable de estaciones meteorológicas se creó por Real Decreto de 5 de marzo de 1860. En Galicia solo se incluía inicialmente la de la Universidad de Santiago, que ya venía funcionando desde 1848. La de A Coruña se creó el 11 de diciembre de 1863 y se estableció en el recién creado Instituto, en el palacio de Camarasa de la calle Herrerías. A propuesta del rector de la Universidad de Santiago, fue nombrado Sotelo su primer director.

Para su funcionamiento se envió desde Madrid un surtido completo de instrumentos: termómetros, barómetro, pluviómetro, atmómetro, anemómetro y veleta. Sin embargo el Instituto carecía de un lugar adecuado para su instalación. Sotelo propuso la construcción en el tejado de una azotea con una torrecilla para colocar el instrumental. El proyecto fue aprobado, pero no se llevó a cabo por cambios administrativos y falta de peculio. Careciendo de local, los instrumentos se colocaron en el jardín del Instituto pero, al estar rodeado de casas y de una tapia muy elevada, sus mediciones se consideraron aproximadas y no exactas. Aún así, desde 1865 Sotelo transmitió diariamente por telégrafo las observaciones recogidas al Observatorio de Madrid y al de París. A pesar de las peticiones y de ser considerada A Coruña como un punto estratégico para conocer los temporales que azotaban el Océano, nada se haría hasta 1881.