Ya no se vende droga en las casas de San José y el Ayuntamiento puede al fin demolerlas

alberto mahía A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA

ANGEL MANSO

El acoso policial, el encarcelamiento de sus okupas y un incendio terminan por desmantelar el punto de narcotráfico

11 ago 2020 . Actualizado a las 19:34 h.

Una gran redada a finales del año pasado y un pavoroso incendio pocas semanas después pusieron el crespón negro en uno de los puntos de venta de droga más importantes de la ciudad. A día de hoy, ya no se trafica porque no hay nadie ya que trafique. Los que lo hacían están presos o se mudaron a otros barrios y las viviendas están deshechas. Sin techos, sin ventanas y llenas de maleza y basura.

Hace 25 años, las casas de San José, junto a la entrada de la refinería, ya estaban en ruinas y fueron okupadas por distintos clanes de la droga que vieron en ellas un buen lugar para el trapicheo. Pese a que las autoridades de entonces y las que le siguieron después se movieron para expropiarlas, echar a los que las tomaron e intentaron destruirlas para eliminar ese tapón urbanístico y acabar con ese punto negro del narcotráfico en la ciudad, nada se logró.

Desde que las viviendas fueron abandonadas por sus legítimos propietarios, a principios de siglo, pasaron cinco alcaldes por María Pita y todos, sin excepción, intentaron cumplir. Ninguno pudo. Sus legítimos propietarios se habían ido a vivir a otro sitio porque aquello era lo menos parecido a un hogar y habían pactado con el gobierno local de Francisco Vázquez que se procedería a declarar los inmuebles en ruinas para derribarlas. Pero el tiempo pasó, y nada. Fue irse ellos y entrar okupas. Y ahí quedaron sin que nada ni nadie les dijese lo contrario.

Esas viviendas se convirtieron en refugio de traficantes. Ahí se estableció el clan de la Trini después de que fuera expulsado de Penamoa. Y el de la Mora. Hubo decenas de redadas y detenciones. Hubo okupas de fin de semana y otros que allí pasaron años.

El golpe al clan de la Mora y el incendio de su casa puso en bandeja al Ayuntamiento las bases para el derribo. Así, en el pasado mes de mayo, el gobierno local inició el proceso para expropiar las casas.

La junta de gobierno local aprobó de forma inicial el proyecto de expropiación forzosa de los inmuebles abandonados, que, de culminarse, permitirá la obtención de suelo para mejorar la circulación viaria en ese punto estrecho de la avenida.

El expediente promovido por el área de Urbanismo da cuenta de que los propietarios de ocho casas, los números 4, 6, 8, 20, 28, 30, 34 y 36, han mostrado su voluntad de transmitir al Concello los inmuebles para poder alcanzar un acuerdo mutuo, lo cual pondrá fin al proceso expropiatorio siempre que estén conformes con la valoración municipal de los bienes, que se hará por el procedimiento de tasación conjunta. El gobierno local reservó un presupuesto de 157.116 euros para ejecutar el proyecto.