«Hubo quien preguntó cuánto era la multa, que llevaba 40 días sin ver a su novia y no aguantaba más»

Toni Silva A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA

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El teniente del Centro Operativo de la Guardia Civil de A Coruña, Manuel Rivera, recuerda todo tipo de llamadas a Lonzas durante el confinamiento

06 jul 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Desde mediados del 2019, el teniente Manuel Rivera (Betanzos, 1970) dirige el Centro Operativo de Servicios del cuartel de Lonzas. Con poco tiempo en el cargo, asegura que la avalancha de llamadas y avisos continuos pusieron a su equipo a prueba. 

-Pese a contar con numerosos refuerzos.

-Las llamadas eran constantes. Es cierto que la pandemia interrumpió el trabajo administrativo habitual, por eso se reforzaron muchas patrullas. En cuanto se decretó el estado de alarma se suspendieron permisos y vacaciones, y estábamos todos disponibles. Había días que no parábamos de atender llamadas, lo comentábamos entre nosotros, era una locura, pero entendible, la gente estaba bastante despistada porque las normas cambiaban constantemente, y luego lo de las fases resultó algo confuso, especialmente para la gente mayor.

-¿Sufrieron bajas en el COS a causa del coronavirus?

-Tuvimos tres sospechas y finalmente uno de nuestros agentes, cuya pareja es enfermera y se infectó, acabó dando positivo. Tardó varios días en dar síntomas. Por suerte no sufrió dolencias graves. Fue el único caso. Desde el primer día medimos las distancias de las sillas y no tardaron en ponernos mamparas en las oficinas.

-Entre tantas llamadas, habrá alguna anécdota.

-Bueno, unas cuantas. Fueron muchos los que se pusieron en contacto con nosotros para pedirnos «un salvoconducto» para ir a un sitio concreto. Incluso alguno argumentó que en otras comunidades autónomas algunas Administraciones los facilitaban. Había mucha gente desesperada por desplazarse. Hubo quien llamó preguntando a cuánto ascendía la multa, que llevaba 40 días sin ver a su novia y no aguantaba más. También alguien llamó para decir que quería denunciar a la exconcursante de Gran Hermano Marta López porque al salir por la tele se estaba saltando el confinamiento.

-¿Qué otras labores hicieron durante el confinamiento?

-También desarrollamos una labor importantes desde el punto de vista logístico. Por ejemplo, coordinamos el reparto de mascarillas entre la población, especialmente sectores sensibles por su exposición al virus. Por otro lado, estuvimos en permanente coordinación con la Unidad Militar de Emergencias (UME), nos notificaban a qué residencias y lugares acudían a desinfectar. Desde aquí enviábamos a Madrid un informe diario con todas las incidencias.

-En líneas generales, ¿cómo percibieron el comportamiento de la población?

-Siempre hay de todo, de hecho nos constan los casos de desobediencia reiterada contra las normas sanitarias, pero fueron muy pocos. En general la población se comportó de forma ejemplar, especialmente cuando tocó estar en casa y en las primeras semanas de desconfinamiento. Eran muy conscientes de los riesgos.