Eduardo Fonseca, dermatólogo: «Más que memoria, la piel tiene una cuenta corriente, acumula lesiones»

Mila Méndez Otero
M. Méndez A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA

Regresan las Charlas Saludables para tratar uno de los grupos de cáncer más frecuentes, pero también de los más «prevenibles»

06 sep 2020 . Actualizado a las 12:31 h.

El carcinoma basocelular es el tumor maligno más frecuente y evitarlo está, en gran medida, en nuestras manos. «Son lesiones prevenibles en su inmensa mayoría», y también tratables, recordó Eduardo Fonseca, el jefe del Servicio de Dermatología del Chuac en la primera sesión de las Charlas Saludables poscovid.

Los encuentros que organiza la Xerencia de Xestión Integrada del área sanitaria de A Coruña-Cee con La Voz de Galicia celebraron ayer de forma telemática su primera cita tras el encierro. Una charla que los usuarios siguieron a través de las redes sociales y la web de La Voz.

«Cada año tenemos que recordarlo de forma periódica y entre un grupo de población en particular», admitió el dermatólogo. «Entre los adolescentes y los adultos jóvenes, generalmente, el mensaje no cala. Los problemas de piel son casi siempre a largo plazo. No se acepta que hay que tomar una serie de medidas, tanto por ellos mismos como por compromiso social. Lo vemos con otras situaciones, desde los contagios por coronavirus al consumo de tabaco», expuso el doctor Fonseca. Desde el punto de vista asistencial y sanitario, el grupo de población que más preocupa es el de los mayores.

Entre los adolescentes y los adultos jóvenes, generalmente, el mensaje no cala

Factor de riesgo

La edad es un factor de riesgo. «Los carcinomas en pacientes jóvenes no son habituales. En una comunidad con una población tan envejecida, su incidencia por número de habitantes es altísima en Galicia», destacó. Eso sí, «la inmensa mayoría de casos son tratables», añadió. Hay tratamientos por vía tópica y, ante todo, quirúrgicos. Esta cirugía puede ser la convencional, la estándar con el sistema Mohs, con nitrógeno líquido o radiofrecuencia.

La charla virtual giró en torno a una dolencia, los carcinomas, cuyo índice de mortalidad es «bajo», sobre todo, en el caso del basocelular, un tumor más «local» y con pocos casos de metástasis. Después están el carcinoma epidermoide y el melanoma. En este, «el índice de mortalidad está en torno al 15 %. Está más relacionado con fototipos de piel claras, herencia genética y exposiciones y quemaduras intensas y discontinuas, sobre todo en la infancia y adolescencia», matizó.

Carcinomas y melanomas afectan al cutis, pero son derivados de distintas células. Los primeros de las epidérmicas, las más superficiales; los segundos de los melanocitos, las células que producen la melanina.

La exposición al sol no es el único peligro. «Cabinas y lámparas de bronceado, materiales radiactivos en el entorno laboral, quemaduras, enfermedades inflamatorias crónicas, productos fotosensibilizantes o el tabaco», enumeró. «Más que memoria, la piel tiene una cuenta corriente, acumula lesiones», aclaró el médico.

Más que memoria, la piel tiene una cuenta corriente, acumula lesiones

Las cremas protectoras

Los protectores solares más aconsejables son una de las dudas habituales en el verano. «Son una opción. La mejor protección siempre será estar a la sombra», apostilló. «En función del tipo de piel de cada uno o de su trabajo, varían las medidas de prevención. Lo aconsejable es utilizar una protección mínima de 30 si vamos a estar expuestos. La máxima es 50 o a partir de 50», destacó. «Cuando leemos ‘‘protección 100'' se trata de cuestiones comerciales. Utilizan escalas que no son la estándar», dijo.

Pero, protegerse no es sinónimo de encerrarse. «Es la población de más edad la que más desarrolla el miedo al sol. Un cierto grado de protección también es necesario para la síntesis de la vitamina D, imprescindible para el metabolismo de los huesos, e incluso tiene efectos inmunológicos o beneficiosos para algunos tumores», remarcó.

El mensaje es estar alerta, cuando un lunar cambia de forma, tamaño, color o aparecen señales nuevas. En casos así, hay que acudir a la consulta.