«En nuestras casas entran aguas fecales por la ducha y el fregadero»

Toni Silva OLEIROS / LA VOZ

A CORUÑA

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Vecinos de O Vieiro, en Nós (Oleiros), sufren una media de dos inundaciones al año. También acusaron las fuertes lluvias del lunes

16 sep 2021 . Actualizado a las 11:42 h.

Las torrenciales lluvias del lunes sorprendieron a muchos vecinos y trabajadores de los municipios próximos a A Coruña. Pero la sorpresa fue menor en un grupo de casas de San Pedro de Nós, en la urbanización O Vieiro. Con las primeras gotas ya sabían lo que iba a ocurrir porque con descargas mucho menores, estos vecinos llevan sufriendo una media de dos inundaciones al año. Son las cuentas que le salen a Elena Miranda. «Desde el 2018 llevo seis», relata esta vecina que vive, como la mayoría de los damnificados, en la rúa Perdiz. Esta vez le tocó comprobar cómo además de inundarse el garaje (donde, escarmentada, ya se cuida de dejar nada susceptible de estropearse), los muebles de la cocina del sótano ya se han desencajado por la hinchazón.

Su estreno fue en el 2018 a lo grande. «Estaba embarazada y tenía todo el material de prenatal en el garaje -recuerda Elena-, pero el agua lo destrozó todo y tuve que comprar las cosas de nuevo. También se estropeó el motor del garaje».

En uno de estos episodios, el Servicio de Emergencias Municipal le conminó a instalar una válvula anti-retorno. «Pero de poco ha servido», se lamenta mientras señala la placa donde la tiene instalada en su garaje.

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Otra residente de O Vieiro, Verónica Vázquez, incluso se toma con retranca las lluvias del pasado lunes «porque con esa cantidad, donde hubieran caído iban a hacer un estropicio». «El problema es que aquí con la mitad de agua sufrimos igualmente inundaciones», añade. En esta ocasión, el agua se coló en su vivienda «por el registro, no por la calle». Y muestra un vídeo que lo corrobora.

Aceras sin pluviales

Omar Lema es el presidente de la comunidad de vecinos. En octubre del año pasado tuvo una reunión con el concejal de obras, «pero no se quiso comprometer». «Les indicamos que todo lo que venía arrastrado desde la ladera acababa en nuestra calle y en nuestras casas, que llevábamos así 12 años, y cada vez peor», añade. «Peor porque se siguen construyendo casas y la red de aguas en nuestra zona sigue siendo la misma, tenemos aceras sin pluviales, solo con fecales, y al final sale todo junto», apostilla Elena Miranda, quien remitió una carta a la alcaldía de Oleiros con este asunto «y aún sigo esperando respuesta».

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Omar no fue el primero en visitar el Ayuntamiento para pedir soluciones a este grave problema. «En el 2018 fui yo allí y tuvimos una muy fuerte, hablé con ellos, pero no me resolvieron nada», señala Miguel García, uno de los residentes más veteranos de esta urbanización. «Aquí cualquier día de verano, con muy poca lluvia basta para repetir el problema, como no limpian las hojas de los sumideros, pues ya la tenemos liada», explica García.

En el número 1 de la rúa Perdiz vive Ángeles Regueiro, quien ha tenido el dudoso honor de haber inaugurado el episodio de inundaciones domésticas el pasado lunes. Y no fue poca cosa. «Me entró en todo el garaje, el sótano, las puertas se mojaron y habrá que cambiarlas», relata Ángeles, quien guarda lo peor para el final: «Por el plato de la ducha me subieron aguas fecales».

No muy lejos de la urbanización, en la rotonda de la N-VI que da acceso a la urbanización la acera está repleta de tierra arrastrada en la última riada. La imagen se repite por varias zonas en otros ayuntamientos, como Cambre y Culleredo. Aquí, los trabajadores y los clientes del Gadis de O Burgo, que sufrió un derrumbe en la techumbre, aún no tienen fecha de reapertura.