Otro descerebrado al volante

Alfonso Andrade Lago
Alfonso Andrade CRÓNICAS CORUÑESAS

A CORUÑA

Uno de los habituales atascos por las obras en el cruce del Sol y Mar (Perillo).
Uno de los habituales atascos por las obras en el cruce del Sol y Mar (Perillo). CESAR QUIAN

Estaría bien que en los dos años de obras que quedan en el cruce del Sol y Mar se dejase caer por allí algún agente

04 dic 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

El descerebrado en cuestión conducía hace unos días por la nacional VI en dirección a Coruña. Por supuesto, al acercarse al estrechamiento por obras en el cruce del Sol y Mar circulaba por el carril derecho, sin respetar ni la señal que le indicaba que debía cambiarse al izquierdo ni la cola de personas civilizadas que esperaban con paciencia en la caravana.

No. Este desertor del código de circulación (y del Civil) avanzaba en solitario por la derecha, adelantando a los conductores atascados a su izquierda. Hasta que se quedó sin carril y no tuvo más alternativa que pasarse al otro. ¿Qué hizo entonces?

Bueno, pues como no había espacio para colarse entre los vehículos que circulaban lentamente a su lado decidió cruzarse a lo bruto entre dos coches, atravesando el suyo en una maniobra violenta y peligrosa. No contento con eso, se apeó del suyo y con grandes aspavientos se encaró con la persona que venía detrás, porque, según él, no le había cedido el paso.

La persona que venía detrás era una paciente conductora que llevaba a sus hijos al colegio y que se tomó la pantomima del descerebrado con la tranquilidad necesaria en estos casos. Tanta, que cuando él regresó al vehículo y lo movió hacia atrás para volver a enfilarlo hacia el carril, ella se puso en marcha y lo rebasó con naturalidad.

Volver a tenerla delante fue la puntilla que soliviantó al descerebrado. Herido en su orgullo, se desahogó con un concierto de bocina hasta que, después de llegar en fila india casi hasta el puente de A Pasaxe, pudo adelantarla. Estaría bien que en los dos años de obras que quedan en el cruce del Sol y Mar se dejase caer por allí algún agente. Yo no los veo jamás.