La madre con una orden de desahucio de su piso de A Coruña comienza a trabajar la próxima semana en una pizzería

La Voz A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA

MARCOS MÍGUEZ

La institución Padre Rubinos le pagará el alquiler para evitar que la mujer y su hija de 10 años sean desalojadas de su vivienda

14 ene 2022 . Actualizado a las 11:22 h.

El mismo día en que Azahara, la madre de una niña de 10 años sobre la que pesa una orden de desahucio, pidió ayuda para salir del hondo bache, ya tuvo una propuesta de trabajo. El propietario de la pizzería Enzo’s, en la calle Ruela Agar, leyó la noticia en el periódico y como tenía amigos en la institución benéfica Padre Rubinos se puso en contacto con sus responsables para hacerles llegar que estaba dispuesto a contratarla, a echarle una mano para evitar que, como decía Azahara, terminara durmiendo bajo un puente junto a su hija.

Fueron más de una docena de personas las que le ofrecieron un empleo en sus negocios, pero el dueño de esa pizzería fue el primero y con él se quedó.

Azahara mantuvo este jueves una reunión con trabajadores sociales de Padre Rubinos y ya le pusieron sobre la mesa la posibilidad de trabajar en ese restaurante. La mujer ni se lo pensó. Agradecida, aceptó el empleo.

La misma institución le proporcionará el dinero suficiente para que pueda pagar el alquiler de su piso y quitarse de encima la orden de desahucio. El mismo propósito que tiene la Xunta, que hasta ahora evitó que las desalojaran. El Ayuntamiento, a través de los Servicios Sociais, continuará como vino haciendo hasta ahora con ayudas.

Azahara no para de sonreír desde que le ofrecieron el empleo. «Yo nunca pedí dinero, solo un trabajo. Quiero valerme por mi misma, sacar a mi hija adelante, sin recibir limosnas. Como hice siempre, que nunca dejé de trabajar hasta el año pasado, cuando la pandemia obligó a cerrar el negocio de hostelería en el que estaba», explica esta mujer. 

Solidaridad

Su teléfono no paró de sonar desde que se supo su historia. «Me llamaron personas para darme de todo. Desde ropa, comida y dinero incluso», destaca. Pero insiste en que, aunque agradeciendo inmensamente la solidaridad de tanta gente, «lo principal es el trabajo, que es con lo que podré sobrevivir junto a mi hija». Además, para Azahara es «muy importante» que su niña vea en ella un ejemplo de trabajo. Es buena estudiante, una niña buenísima y no se merecía verme tan triste».