Comerciantes de la zona de San Pablo, en A Coruña, denuncian una «epidemia» de robos

La Voz A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA

EDUARDO PEREZ

Varios negocios han experimentado hurtos y asaltos durante los últimos meses

26 ene 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

Por la plaza de San Pablo, la inseguridad acecha a los comerciantes y vecinos, que denuncian estar sufriendo una oleada de robos desde la segunda mitad del año pasado. Uno de los negocios afectados fue el Gran Gru Café La Cantera, ubicado en la glorieta de América. «Aquí atracaron dos veces en una semana, se llevaron la caja, y la segunda vez vino la policía pero los ladrones estaban escondidos arriba y se escaparon», cuenta David Alejandro Ramírez, camarero del local. Los incidentes ocurrieron en octubre.

El último robo se registró hace un mes en una tienda cerca de la plaza de San Pablo. Según uno de los comerciantes, fue a plena luz del día. A eso de las 12.00 horas, dos ladrones entraron al establecimiento, robaron la caja registradora, un bolso y se fugaron. «Creo que es necesario que haya más policías por el barrio. Casi no se ven, pasan en coche de vez en cuando. Yo creo que los que hay no llegan para vigilar la zona», se lamenta.

Otro de los robos sucedió hace dos meses en una panadería cercana al parque de Santa Margarita. Además, un negocio de dulces que se sitúa en el paseo de los Puentes fue víctima de un hurto. En total, son cuatro los negocios afectados. «Estamos horrorizados y preocupados con esta situación. Aquí hay un problema de inseguridad ciudadana muy grande», afirma el dueño de un café que fue atracado en dos ocasiones en agosto del año pasado.

Zona familiar

Los hurtos se extienden por las calles Palomar y Sinfónica de Galicia. También por el paseo de los Puentes y en la plaza de San Pablo. Algunos vecinos califican la oleada de robos como una «epidemia» que sufre la zona, reconocida como tranquila y familiar antes de que acontecieran estos incidentes.

Los habitantes y comerciantes apuntan que no solo es indispensable la presencia policial en el barrio para mejorar los problemas de hurtos. Piensan que la poca iluminación facilita los robos.

«Yo llevo aquí desde 1990 y creo que la inseguridad se ha incrementado durante los últimos dos años. Era un sitio calmado. Ahora se notan pintas raras que merodean por aquí. Suelo salir antes de cenar a dar una vuelta, pero no me siento tranquilo. El lugar está muy oscuro. En especial, por la parte trasera de la iglesia. Sería conveniente que vinieran más policías y colocaran más luces en todas partes», reclama uno de los vecinos.

De acuerdo con Jessica Taibo, dueña del Gran Gru Café La Cantera, la ubicación de los locales es uno de los factores que influye en los hurtos, pues los ladrones encuentran lugares donde esconderse o escapar.

«Es muy sencillo que ellos huyan o se escondan. Si van a pie, se pueden ir al parque de Santa Margarita. Allí es imposible cogerlos porque hay muchos árboles y arbustos donde camuflarse. Si están en coche, cogen la tercera ronda y ya está. Tienen una salida perfecta de la ciudad. Y si los persigue una patrulla de dos policías, no los pueden detener. Creo que es una zona estupenda para los hurtos por localización. Los mismos atracadores la podrían recomendar para hacerlo», manifiesta.

Temor entre los menores de edad tras algunos atracos

Los negocios de hostelería no son los únicos afectados por la situación de inseguridad que se respira en los lugares aledaños a la plaza de San Pablo. Los menores de edad también han experimentado temor por los intentos de robo que han sufrido en la zona, concretamente en los bancos aledaños a la iglesia. Una de las vecinas del barrio contó que hace unos días, se encontraba un grupo de chicas de 10 a 12 años por la plaza, cuando un joven de unos 20 años se acercó un par de veces a las menores. Sus padres estaban cerca, se acercaron y el hombre salió corriendo, por lo que no pasó a mayores el incidente.