La propietaria de La Tata, en A Coruña, niega la presencia de machetes o pistolas a las puertas de su local
A CORUÑA
Asegura comprender las quejas de los vecinos, pero defiende que los problemas no son en su negocio, sino en la calle
20 sep 2025 . Actualizado a las 13:12 h.El último operativo policial de control rutinario de las zonas de ocio nocturno terminó con un hombre detenido. El arresto tuvo lugar en la calle Orzán y responde a que sobre él pesaba una reclamación judicial de ingreso en prisión, si bien también fue sancionado por resistencia y desobediencia grave a la autoridad. «No quiero victimizarme, pero no pueden achacar todos los problemas que hay en los alrededores a La Tata. Soy la primera que agradece la presencia policial. Llevo años en los que no hay ni un problema en el interior y eso es algo que se puede constatar. Si algún día pasa algo, me tendré que aguantar, pero mientras no sucede, no se pueden inventar cosas porque están jugando con el pan de mi familia», explicó la hostelera Inés Arboleya.
Con más de tres décadas regentando diversos locales, asegura entender las quejas de los vecinos. «Sé que hay gente en la calle que molesta y pido perdón a los vecinos por ese malestar, pero soy la primera que está en la puerta pendiente de que la gente no se pase. Lo que no puedo controlar es a los que vienen de otros sitios en mal estado, con botellas… pero cuando no están en condiciones, no les permito entrar», afirma.
Lo que molesta a Arboleya son «las mentiras de quienes se esconden en el anonimato». «Hablan de machetes y pistolas, pero cómo no sean de carnaval… Es totalmente falso. Y cuando la policía ha requisado algún arma, han sido pequeñas navajas», asevera con rotundidad.
La hostelera defiende la existencia de negocios que, como el suyo, tienen un horario de after. «Abro a las 6.00 horas y por aquí pasa todo tipo de gente. Desde médicos que acabaron su turno a operarios de fábricas o camareros que acabaron su jornada y quieren un rato de disfrute. Este tipo de locales también tienen que existir», concluye.