Arteixo, semiconfinamiento día 1

T. S. ARTEIXO / LA VOZ

ARTEIXO

Carlos García abrió su gimnasio hace un año y ahora se ve obligado a cerrar temporalmente
Carlos García abrió su gimnasio hace un año y ahora se ve obligado a cerrar temporalmente MARCOS MÍGUEZ

El municipio estrena este jueves su vida sin hostelería ni actividades no esenciales

21 ene 2021 . Actualizado a las 21:44 h.

Arteixo despierta hoy con el freno de mano puesto. Los datos epidemiológicos y los contagios exponenciales obligan a este municipio a recelar de cualquier contacto social. Toda la hostelería asomará hoy clausurada. Crecerá el reparto de comida a domicilio, pero muchos trabajadores de fuera con jornada continua deberán recurrir al bocadillo de casa. O al táper.

«Pagamos el pato, lo hemos pagado desde el principio, estoy seguro de que tarde o temprano se darán cuenta de que los bares no éramos el problema», señala el dueño de un local de la avenida del Balneario. Mientras, los grandes hipermercados han acusado una gran demanda hasta agotar las existencias en algunos estantes. «Algunos son vecinos de A Laracha, que vienen a abastecerse antes del cierre perimetral», señalaba una de las empleadas de una de las grandes superficies.

La hostelería se lleva la fama de los damnificados, pero hay esas otras «actividades no esenciales» de las que pocos hablan, pero que también sufren, como los gimnasios y centros deportivos, donde rendimos visita. Si el encuentro de Carlos García Cal y el periodista se produjera hoy, ambos estarían transgrediendo las normas sanitarias. Porque el escenario es Arteixo, y Carlos y el entrevistador no son personas convivientes. Este joven monitor de deportes cerró ayer la persiana de su gimnasio que incluye un ring de boxeo. La metáfora es de las facilonas: esta vez el covid le ganó el asalto al dueño del CGC Functional Boxing que, como actividad no esencial, se ve obligado a la clausura temporal.

Pero mucho tendrá que esforzarse la pandemia para doblegar a un empresario con tanta resiliencia: abrió justo hace un año, cerró a los dos meses por el confinamiento, y hasta este miércoles resistía con 80 abonados fieles que prometen volver cuando la persiana se levante de nuevo. «Aquí ya poníamos la mascarilla antes de que fuese obligatoria, es un lugar muy seguro, con la puerta siempre levantada y un sistema de ventilación muy amplio», dice Carlos mientras señala la gruesa serpiente de metal que repta por el techo. Pese al contratiempo anunciado en el Diario Oficial de Galicia, él no es de los que desespera. «Mantendré clases online con algunos de mis usuarios y poco más podré hacer estas semanas, pero tengo claro que si no hay servicio presencial no les pienso cobrar», asegura. Y ello pese a tener que afrontar una media de gastos de 1.800 euros al mes. «No me quejo, entiendo que me obliguen a cerrar, pero también te aseguro que aquí nunca hubo un contagio».

Erik Carballeira, del Crossfit Arteixo
Erik Carballeira, del Crossfit Arteixo MARCOS MÍGUEZ

No muy lejos, Erik Carballeira, del Crossfit Arteixo, corrobora la frase de Carlos. «De todos los gimnasios de España, algo más de 4.700, se han confirmado brotes de coronavirus en menos de 10, eso demuestra que no somos lugares de riesgo», explica Carballeira. De hecho, en los datos del Ministerio de Sanidad se constata que los contagios de covid en gimnasios son menos del 2 % total. Uno de esos brotes se vivió durante el verano pasado en un local de Meicende. ¿Qué hacer a partir del cierre de hoy? «Ya no sabemos qué esperar del comité de expertos, desde el viernes están tomando decisiones, añadiendo otras, realmente ahora nos hemos llevado una sorpresa porque tenemos ventilación, desinfección constante, pero nos han obligado a cerrar», añade el responsable de Crossfit Arteixo. «Estamos mirando a lo que ocurrió en O Carballiño hace meses, donde se tomaron medidas especiales y hasta que allí no se aplanó la curva no se abrieron los negocios, y además nuestro gremio fue de los últimos en reabrir». Aquí también mantendrán el contacto con sus clientes de forma telemática. «Tenemos la experiencia de la etapa del confinamiento y unas cuantas cosas que corregir».