Pastoriza, 130 años de O Berce da Virxe

Rodri García A CORUÑA / LA VOZ

BETANZOS

ALBERTO MARTI VILLARDEFRANCOS

El santuario volverá a recibir desde finales de este a mes peregrinos de toda Galicia

18 sep 2017 . Actualizado a las 09:54 h.

«Mide dos metros de altura; es de blanquísimo y compacto granito; el rostro expresa, en su vaga sonrisa y puras facciones, mística beatitud; los pliegues del mando y del ropaje, severos y castos, dan a la figura majestad y relieve; el cetro aumenta el sello primitivo de la estatua, acentuado por la rudeza de sus manos, por la tosquedad de la escultura del Niño, cuya cabecilla es bastante perfecta y muy graciosa». Así describe Emilia Pardo Bazán la imagen de piedra de la virgen en un texto de 37 páginas que lleva por título La leyenda de la Pastoriza. Lo escribía hace ahora 130 años, justo cuando se instalaba dicha imagen en la zona del lugar conocido como O Berce da Virxe.

«Anteayer tuvo lugar en Pastoriza, en un monte próximo al santuario, la erección de la estatua de piedra de la virgen», recogía este diario, en la sección de Hemeroteca, el día 9 de este mes, dando cuenta del aniversario. La imagen fue ubicada en un enclave donde, según la leyenda, una niña vio una estrella reluciente entre unos penedos, corrió la voz por la aldea y cuando los vecinos fueron a ver se encontraron con la imagen de la virgen que los cristianos habían escondido siglos atrás para protegerla de las invasiones de los normandos y los musulmanes. El hueco donde se encontraba fue bautizado como O Berce da Virxe.

 Sin celebración especial

El aniversario no contará con ninguna celebración especial, según apunta el párroco, José Vázquez, si bien desde finales de septiembre y, sobre todo, durante todo el mes de octubre Pastoriza recibirá a romeros de toda Galicia; la mayor parte serán de A Coruña pero también los habrá de Sobrado dos Monxes, Betanzos, Carballo y «hay grupos de personas que llegan desde Ferrol, donde se le tiene mucha devoción», explicaba el párroco.

Además, en los huecos de las rocas donde los visitantes suelen dejar velas y exvotos también es posible encontrar elementos procedentes de Portugal y cada vez es más habitual ver a inmigrantes dejando flores alrededor de la figura o cumpliendo con el ritual de las vueltas a la misma y dejando exvotos.

Hace unos años, el Ayuntamiento de Arteixo colocó un reja para proteger la figura y evitar el peligro de caídas en la zona. Veteranos vecinos de la zona evocan como hace años las peregrinaciones incluían la comida y la merienda en el campo de la romería pero «ahora, con la movilidad que hay, con tanto coche y tanta autonomía, la gente viene, oye misa y se marcha», explicaba el párroco.