Actos vandálicos hacen que vecinos de O Temple quieran pertenecer a Oleiros

CAMBRE

Elena Silveira

Una comunidad residencial de la Costa da Tapia denuncia destrozos e inseguridad

11 ene 2019 . Actualizado a las 23:30 h.

«¿No está de moda la independencia? Pues nosotros nos queremos ir de Cambre. Queremos irnos con Gelo, a Oleiros. A ver si allí nos hacen caso. Tan solo sería mover unos 40 metros el límite municipal». Así resume José Ramón Rodríguez Antelo el hartazgo que se respira en la comunidad de vecinos del bloque de viviendas Lumiera 1, situado en la parte superior de la Costa da Tapia, después de «muchos años de sufrir en silencio continuos actos vandálicos y falta de seguridad». El presidente de este bloque de viviendas, donde residen cerca de 500 personas, explica que llevan esperando más de un año para poder reunirse con el alcalde de Cambre, Óscar García Patiño, y buscar una solución consensuada al problema. Los vecinos reconocen que no es fácil ya que los destrozos se producen en una zona privada de uso público.

«Aquí atrás se juntan chavales a fumar porros, beber, trapichear... Los soportales están llenos de pintadas, nos orinan en los portales, generan ruido por las noches e incluso timbran en los videoporteros de las casas de madrugada», explica José Ramón. Ricardo Rivas, otro vecino de este bloque, confirma que los jóvenes no usan las papeleras y dejan toda la basura esparcida por los soportales, vacían los extintores. También han roto cristales e incluso puertas de entrada a las viviendas y a las salas de telecomunicaciones y cuadros eléctricos.

Lo más escandaloso son los diez partes anuales de media que tienen que tramitar con el seguro de la comunidad por los actos vandálicos. «Los últimos fueron en diciembre pasado». Relatan que los destrozos son continuos y que también han presentado denuncias ante la Guardia Civil. «Son los únicos que acuden a nuestras llamadas, porque la Policía Local no hace nada. Para lo que sí se mueven es para poner multas los fines de semana a los coches que se quedan en doble fila enfrente del edificio, junto al OpenCor», se quejan.

Cierre de los soportales

Los vecinos piden al Concello de Cambre que permita cerrar los soportales, algo que el gobierno local no puede autorizar sin incurrir en prevaricación ya que se trata de una plaza interior privada pero de uso público y, por lo tanto, no se puede vallar. «Eso es lo que nos llevan diciendo todos estos años, pero hay vías legales para hacerlo obteniendo el visto bueno plenario de la corporación. Desde el gobierno local precisaron que el tema «es complejo» ya que los citados soportales son un espacio privado de uso público, que lindan con una plaza publica. «Y, por lo tanto, no podemos restringir el acceso libre a esa plaza». Añaden que la situación es todavía más complicada debido a que existen locales comerciales en los bajos del edificio, con entrada tanto por la Costa da Tapia como por la plaza interior, es decir, por Otero Pedrayo. «Por este motivo tampoco se puede limitar el derecho que tienen los negocios y sus clientes a entrar y salir por donde quieran». Aclaran que cuestión distinta sería instalar un cierre de acceso a los portales, con el consentimiento de todos los negocios y todos los vecinos del bloque. «Y, aún así, tendría que ser con horario restringido a la noche. Y siempre con el consentimiento totalmente unánime de cada uno de los afectados», explican. Aclararon también que la última comunicación que les consta en relación a este asunto es del pasado 14 de agosto, en un escrito remitido por una gestoría, para solicitar que se aumente la presencia policial en dicha plaza, pero sin mencionar el cierre de los soportales o la solicitud de una reunión con el alcalde. La anterior comunicación es de mayo del 2016. El gobierno local confirmó que una mayor presencia de patrullas policiales y la colaboración con la Guardia Civil permitió denunciar a varios jóvenes por actos vandálicos.

¿Por qué rompen los portales?

El bloque de viviendas Lumiera 1 pertenece a una promoción urbanística en la que se construyeron otros dos edificios, conformando una plaza pública interna. Tres de los cuatro portales de Lumiera 1 tienen acceso tanto desde la Costa da Tapia como desde esa plaza interior. Los chavales que se juntan en los soportales interiores en vez de dar la vuelta al edificio para salir a la Costa da Tapia prefieren hacerlo «a la brava», fuerzan o rompen las puertas para coger un atajo. «Ese caso en concreto lo denunciamos y el chaval fue condenado a dos meses de trabajos sociales», explican.