Nando: «Ahora me da vergüenza que me paren por la calle»

A CORUÑA CIUDAD

PACO RODRÍGUEZ

El exjugador del Deportivo hace repaso a su vida coruñesa, después de 23 años de su llegada a la ciudad

22 jun 2015 . Actualizado a las 21:08 h.

Esta última semana de cole, Pablo, de 9 años, llevó unos cromos para enseñar a los amigos. En ellos se ve a su padre con la camiseta del Deportivo, Valencia o Sevilla. «El niño siempre me dice que le da pena no haberme visto jugar. Cuando alguien me saluda a él le hace ilusión saber que fui un jugador conocido, pero a mí ahora me da vergüenza que me paren por la calle», comenta Fernando Martínez Perales, Nando. «Soy Nando desde niño. Creo que en mi vida solo me han llamado Fernando dos o tres veces», destaca este valenciano afincado en A Coruña por el fútbol y el amor. «Vine para 4 años y llevo 23 y a pesar de todo aún me llaman venideiro», asegura sonriente. Tiene 48 años recién cumplidos y dos hijos, el que antes mencionaba y Laura, de 6. Hace más de dos décadas conoció a una sadense que cambió su vida. «La gallega tira mucho. Me doblegué y me quedé», recuerda mientras da un sorbo a una caña. Por su aspecto parece un futbolista en activo. «Siempre he intentado cuidarme y dar buena imagen. Cuando jugaba pesaba 72 o 73 kilos y ahora estoy en 77 o 78».

El clima gallego

Vive en Mosteirón. «Con vistas al pazo de Meirás. El invierno aquí se me hace muy largo. Lo que más me costó fue acostumbrarme al clima», comenta en el restaurante Manolito. «Juego en su equipo de veteranos y esta es como mi segunda casa». Nos sirven un poco de pulpo y unas croquetas. «Soy muy buen comedor. De Galicia me quedo con el marisco y como buen valenciano me gusta el arroz de todas las maneras, menos el arroz con leche». Estar a gusto con la pandilla de amigos, la familia y el fútbol son sus pasiones. «No sé hacer otra cosa que no sea relacionada con el fútbol», confiesa Nando, que con la ayuda de su mujer guarda cantidad de recuerdos. «Es para que los niños sepan lo que hizo su padre. Lo mismo pasa con el dinero. Decían de mí que era de los del puño, de los agarrados. Estuve bien asesorado e invertí en viviendas. Hay que pensar en el futuro», reflexiona. Habla mucho. «Sí, es un defecto. Y no dejo hablar a los que están conmigo».

Entrenador en paro

Me muestra en el móvil fotos de su etapa en activo y repasa las estadísticas. En el Valencia jugó 138 partidos y marcó 7 goles, en el Deportivo 164 encuentros y 8 goles. «Contando los del Sevilla y con el Compostela en segunda son más de 300», destaca. Lo hizo debutar con el primer equipo che Alfredo Di Stéfano y la primera de las tres veces que fue convocado para jugar con España el seleccionador era un gallego, Luis Suárez. «Me acuerdo de los goles. En Oviedo con el Deportivo marqué dos después de haber pifiado en el primero de ellos», rememora.  «Me acabo de operar de la rodilla. En los 18 años de profesional nunca había pasado por el quirófano», destaca este lateral que admira a Marcelo y a Filipe Luis. Ahora Nando está en el paro tras su etapa de entrenador en el Somozas, Cerceda y en el Pontevedra. «Mi ilusión es quedarme por aquí cerca, pero si hace falta moverse por un buen proyecto habrá que hacerlo. No me importa el dinero, pero quiero trabajar y aportar todo lo que sé», asegura. No se calla. «Soy abierto y digo las cosas como las pienso, para mí eso es una virtud».