Un niño de 10 años, mordido por una víbora en el CEIP Manuel Murguía, en Feáns, A Coruña

Alfonso Andrade Lago
Alfonso Andrade A CORUÑA

A CORUÑA CIUDAD

Jonathan, alumno del Manuel Murguía de Feáns, mordido por una víbora
Jonathan, alumno del Manuel Murguía de Feáns, mordido por una víbora Cedida

El pequeño recibió tratamiento en el Materno y evoluciona favorablemente

23 jun 2017 . Actualizado a las 12:35 h.

Un alumno de 4.º de Primaria del CEIP Manuel Murguía, en Feáns, A Coruña, fue mordido el miércoles por una víbora mientras jugaba en la pista deportiva del centro.

JHONATAN NIÑO DE 10 AÑOS QUE LE PICO UNA VIBORA EN CEIP MANUEL MURGIA DE FEANS
JHONATAN NIÑO DE 10 AÑOS QUE LE PICO UNA VIBORA EN CEIP MANUEL MURGIA DE FEANS CESAR QUIAN

El menor fue ingresado por la tarde en el Materno Infantil, donde activaron el protocolo previsto para estos casos, y hoy se encuentra fuera de peligro.

Mordedura, aparentemente de víbora, a un niño de 10 años del CEIP Manuel Murguía, de Feáns.
Mordedura, aparentemente de víbora, a un niño de 10 años del CEIP Manuel Murguía, de Feáns.

En el CEIP de Feáns explicaron que la situación del centro, rodeado de monte, complica el control sobre la fauna potencialmente peligrosa. Han extremado las medidas de seguridad, de manera que los alumnos no saldrán hoy al patio. Mañana finalizará el curso, con una fiesta en el Ágora. 

«Desde ayer estamos en contacto con Conservación da Natureza y el Centro de Recuperación de Fauna de Oleiros, y en los dos sitios nos dijeron lo mismo, que es muy complicado localizar un nido de víboras en el campo. También hemos puesto el hecho en conocimiento del Ayuntamiento para ver si pueden limpiar la zona de maleza más próxima», explicó Rubén Annicchiarico, jefe de estudios del colegio.

Qué hacer y qué no hacer si te muerde una víbora

Ni torniquetes, ni aspirina, ni Betadine. Hay que tener mucha calma tras una mordedura

B. abelairas

En Galicia y casi todo el norte de España vive una especie autóctona que se conoce como la víbora de Seoane, precisamente por Víctor López Seoane y Pardo-Montenegro, un catedrático y experto en historia natural ferrolano que murió en el año 1900.

Hace siglos que los agricultores se topaban con esta especie cuando estaban trabajando en el campo, y siguen atacando a los humanos por la misma razón que antes. «Morden cando invadimos o seu espazo porque non as vemos e as pisamos. Pero non hai maior número que outros anos», explica Xan Silvar, presidente de la Sociedade Galega de Historia Natural de Ferrol, donde el pasado fin de semana varios bañistas fueron atendidos por mordeduras y dos tuvieron que ingresar en el Complejo Hospitalario Universitario de Ferrol (CHUF).

Juan Aguirre es médico de urgencias de ese centro hospitalario, donde el año pasado otras dos personas tuvieron que pasar varias jornadas por un problema similar. «Hay que estar tranquilos porque ahora mismo los antídotos de los que disponemos son aptos para casi todas las personas, incluso embarazadas y niños», precisa el facultativo, que considera que ante un incidente de este tipo es importante recordar lo que no hay que hacer, ya que los ejemplos que se ponen en las películas confunden en la mayoría de los casos: «Nada de hacer torniquetes o chupar la herida para tratar de sacar el veneno, no se debe hacer nada de eso. Ni tampoco tomar aspirina o echar a la mordedura Betadine u otro producto que pueda colorear la piel», cuenta.

Echar agua y anotar la hora

Aguirre asegura que primero hay que identificar el ataque de la víbora: «Lo típico serían dos o tres separadas por un centímetro. Si notamos el pinchazo y las vemos debemos mantener la calma, lavar con agua la herida y anotar la hora en la que se produjo, para que los médicos puedan controlar mejor la evolución de la herida, y enmarcarla en un círculo». También es importante sacarse cuanto antes anillos o pulseras, ya que la extremidad afectada se va a inflamar. Si se puede caminar, este médico del CHUF recomienda acudir al centro de salud o llamar directamente al 061.

Una vez en el centro médico dejar al paciente en observación, ya que la intensidad de la reacción depende de la profundidad de la mordedura, de la cantidad de veneno y de la sensibilidad de cada persona. En dos de los cuatro niveles de afectación es necesario el ingreso. «Cuando se puede recomendamos que se traiga al animal, porque entonces podemos determinar en el momento el tipo de suero antiofídico que debemos usar», precisa el médico, aunque el Concello ferrolano recordaba ayer en un comunicado que matar a esta especie conlleva una multa.