El gobierno local encarrila un cambio en las cuentas por 5,2 millones

Eduardo Eiroa Millares
E. EIroa A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA CIUDAD

PACO RODRÍGUEZ

Todos los grupos apoyan que se destinen fondos para cancelar el plan de ajuste

28 jun 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Si el año pasado los cambios en el presupuesto (modificativos) se hicieron famosos porque el gobierno local tropezaba una y otra vez en la misma piedra en la que se le habían convertido, ahora las cosas parece que fluyen de un modo bastante más engrasado. La comisión de Facenda aprobó ayer modificaciones en las cuentas que permitirán variar el destino de 5,2 millones de euros de dos partidas. Falta, eso sí, que esas cifras pasen por el pleno, pero los partidos ya avanzan que esta vez no habrá votos contrarios.

El destino del dinero

Créditos y obras. A pleno el lunes irán dos cambios en el presupuesto y la reordenación del gasto en las cubiertas de Riazor. En este último caso se aprueba la licitación conjunta de obra y proyecto. Las actuaciones se pagarán en dos anualidades, con 5.168.000 euros el año próximo y 3.064.000 euros en el 2019. La partida del 2018 se completa con remanentes de ejercicios anteriores, incluyendo 1,1 millones del 2016. Además, se destinan otros 5 millones para liquidar la deuda contraída durante el anterior mandato y vinculada a un plan de ajuste estatal. Sin esa carga desaparecen también las limitaciones del plan, que impedía, entre otras cosas, formar parte de consorcios y empresas públicas, y obligaba a rendir cuentas cada tres meses, facilitando, por ejemplo, las cifras de ejecución presupuestaria. Ahora el gobierno local no tendrá que hacer público ese dato, que en los dos últimos ejercicios arrojaba un exiguo balance de gestión. Finalmente, otra variación de 200.000 euros será para pagar facturas del IMCE.

  

De dónde sale el dinero

Baja ejecución. El retraso en la aprobación de los presupuestos durante los dos últimos años supuso para el gobierno dejar sin invertir millones de euros en obras y actuaciones. Así, actualmente el consistorio tiene un remanente de 26 millones, de los que 20 millones se pueden destinar a distintos fines. Ese dinero tenía que haber sido invertido, según lo previsto en las cuentas anuales, pero nunca llegó a salir de la caja municipal.

  

Apoyos

Menos enfrentamiento. La Marea logró ayer unanimidad para liquidar el plan de ajuste -si bien el PP solicita que no se eliminen las medidas de ahorro- y contará también con la colaboración de los grupos, que necesita porque está en minoría, en el pleno del lunes para aprobar esos asuntos. Todo sin grandes debates ni especiales tensiones, igual que en el modificativo de la semana pasada para decidir el destino de los beneficios de Emalcsa, al que dio luz verde el PSOE sin fricciones.

  

Qué ha cambiado

Otra actitud. Seguramente la vuelta de Pedro Sánchez a la secretaría general ha marcado las relaciones entre la Marea y los socialistas, que en A Coruña apoyaron mayoritariamente a Sánchez, más proclive a entenderse con las nuevas fuerzas políticas. Con todo, no es esa la única novedad. La Marea también presenta las cosas de otra manera. El año pasado pretendió, por ejemplo, sacar adelante un cambio en el presupuesto para destinar dinero procedente del reservado para pagar la renta social, a comprar bicicletas para BiciCoruña. Recibió críticas por todos los lados y se tuvo que guardar su propuesta porque no logró respaldo alguno. Además, aquello se votó sin negociar antes con los demás, obviando la Marea que para sacar adelante algo en el pleno hacen falta 14 votos, y que solo tiene diez. Esa actitud parece haber cambiado y ahora el gobierno local actúa de otra manera. Con el PSOE negoció el destino del dinero en el caso de Emalcsa. Y ya no propone cosas difícilmente defendibles en público.