Colapso total en los accesos a la ciudad

Emiliano Mouzo A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA CIUDAD

CESAR QUIAN

Miles de conductores quedaron atrapados en un gran atasco que duró casi tres horas por una manifestación de trabajadores del metal que ocuparon el puente de A Pasaxe y Alfonso Molina

28 jul 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

A Coruña y parte de su comarca vivieron ayer desde el mediodía y hasta casi las tres de la tarde uno de los días de mayor colapso de tráfico de los últimos años. El recuerdo de la prolongada protesta de los mariscadores de O Burgo que por las mañanas bloqueaba la entrada a la ciudad estuvo presente. El gran atasco se debió a que unos dos mil trabajadores del sector siderometalúrgico (incluidos los talleres de vehículos y las empresas auxiliares de telecomunicación) se manifestaron desde Santa Cristina hasta la plaza Luis Seoane, en Elviña, en donde se encuentra la sede de la patronal, para pedir la actualización de su convenio laboral «que leva uns trinta meses paralizado, perdendo dereitos sociais e económicos, unha desfeita que afecta a uns 18.000 traballadores», subrayaron los responsables sindicales.

Los problemas en el tráfico comenzaron antes de las 12.30 horas, momento en que se iba a iniciar la marcha. Fue cuando llegaron los autobuses con manifestantes de lugares como Ferrol o Santiago. La Policía Local de Oleiros, con el apoyo de la Guardia Civil de los distintos cuarteles de la comarca y de Tráfico y de la Policía Nacional, ya tuvo que dirigir la circulación en la salida del vial principal desde Santa Cristina hacia A Coruña. Veinte minutos antes de la una de la tarde dio comienzo la marcha. El atasco en el concello oleirense ya era un hecho. Los numerosos efectivos se afanaron en darle salida a la caótica situación, «pero A Pasaxe e Alfonso Molina son o que son, e non hai máis», comentó un cargo de la Guardia Civil de Tráfico.

Tras la llegada de la marcha a la antigua N-VI (ahora la AC-11), el caos ya era total. «No sé a quién se le ocurrió autorizar a los manifestantes ocupar toda la vía, desde A Pasaxe hasta Pajaritas. Ni tan siquiera se le concedió ese privilegio a los mariscadores de O Burgo», decía Ramón Suárez, el conductor de una ambulancia afectado.

El problema de circulación afectó a las vías internas de Oleiros, «por onde nos desviaban os gardas». Las carreteras de Culleredo, sobre todo la de O Burgo hacia A Coruña, era una auténtica ratonera par miles de conductores. Y la salida desde la autopista AP-9 quedó completamente colapsada. «As colas chegaron máis alá da área de servizo de O Burgo», es decir unos siete kilómetros de atasco, y también afectó a la segunda fase de Elviña, donde finalizó la protestas.

Conductores afectados por el colapso expresaron su malestar por las molestias causadas por la manifestación. «Apoiamos as demandas de cada colectivo prexudicado», dijo Aurelio Rey, conductor de un tráiler que estuvo dos horas atrapado en el atasco. Sin embargo, él como otros afectados creen que las distintas Administraciones, «subdelegación e Delegación do Goberno non poden permitir o peche durante unhas tres horas da vía máis importante de acceso a unha cidade. Fomos moitos os que non chegamos ao traballo, entre eles médicos», dijeron.

Comunicación previa y posibilidad de ocupar la vía

Para celebrar una manifestación no hay que pedir permiso. Según la ley, es suficiente con que los convocantes se identifiquen y comuniquen a la subdelegación del Gobierno el día, la hora y el recorrido. Solo puede prohibirse, o modificarse su recorrido, por riesgo de alteraciones del orden público o peligro para personas o bienes. La manifestación de ayer fue comunicada en tiempo y forma. Lo normal es que se ocupe la calzada solo parcialmente, pero si es muy numerosa puede ocuparla entera. Es lo que sucedió ayer. Las autoridades analizan si existen vías alternativas y tratan de desviar por ellas todo el tráfico que sea posible.