La explosión de la moda coruñesa

PATRICIA SEIJAS CASTRO / a. a. A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA CIUDAD

ANA CANEIRO DACOSTA

Pequeñas firmas de la ciudad se afianzan como alternativa a los gigantes de la industria textil

13 ago 2017 . Actualizado a las 13:52 h.

No hace falta irse hasta la Quinta Avenida de Nueva York. La moda coruñesa despunta en el sector y se ha hecho un hueco en las ciudades más importantes. La calidad y variedad crecen a pasos agigantados, desde quien apuesta por la sencillez, a los que se dejan llevar por excentricidades.

Noela Rivera y Vanessa Datorre eligieron la plaza de la Galera para Boüret, el sueño cumplido de las diseñadoras, una firma de siete años con puntos de venta en casi todo el país y en Italia e Inglaterra. Sus creadoras estudiaron en la ciudad, complementaron su formación fuera para volver a Galicia, donde diseñan y manufacturan vestidos, monos, conjuntos arreglados e incluso accesorios. Alejadas de la producción en serie, su pasión por los locos años veinte y lo vintage les lleva a crear emociones alejadas de excentricidades, con líneas femeninas y versátiles. Ahora que se han dado a conocer más, lamentan «no poder llegar al público de donde nos llaman o nos escriben para conocer nuestros diseños, ya que la única manera es on-line o a través de puntos de venta multimarca». Con el objetivo de que la mujer se sienta cómoda, ahora también cuentan con colección de novia. «Nos da la oportunidad de trabajar con mejores materiales, porque los diseños de invitada están más limitados a ciertos tejidos y materiales, por cuestión de precio», recalcan las diseñadoras.

Otros emprendores

Rosa Corredoira sigue con la ilusión del primer día cuando ve a gente desconocida con sus bolsos por la calle. Su andandura comenzó en un estudio de Juan Flórez, lo que antes era una frutería de toda la vida, donde dio vida a Castor Polux. Su firma de bolsos y marroquinería ya tiene adeptos hasta en Japón y ahora en A Coruña cambió de espacio, pero sigue manteniendo la esencia, en una apuesta por lo minimalista y la calidad. La diseñadora de bolsos confiesa llevar solo lo esencial, detesta ir cargada, de ahí que sus creaciones sean ligeras, con nombres en honor a la mitología griega y con la idea de «seguir creciendo como marca y poder llegar a más gente», dice.

De los puntos de venta más exclusivos, a la fiebre de las pop-up, tiendas efímeras a la orden del día donde las promesas brotan, escapando de las ventas tradicionales, como Old Dogs Clothing, que nació en el 2012. De la idea de unos amigos, a sudaderas y camisetas que causan furor entre la juventud coruñesa. Con varios puntos de venta, las redes sociales son su verdadero escaparate, y su presencia en markets de la ciudad y en otros como el Mercazoco en Gijón o el Longboard en Salinas ayudaron a su consolidación. «Queremos seguir mejorando lo que estamos haciendo, a base de trabajo y aprendiendo de los errores», aseguró uno de los artífices.

En la calle Teresa Herrera encontramos una tienda de tan solo tres meses, pero que cuenta con el proyecto de una madre que hace tres años encontró en su hija adolescente, Sara, su mayor fuente de inspiración, para dar a luz Love It Sara. La firma sport y desenfadada sigue creciendo y ahora cuenta con colecciones para mujeres que ya son distribuidas a boutiques multimarca y que no se resisten a edades, desde bebés a mayores. «Ver a las niñas y madres con tus modelos es lo más», afirmó la creadora.

María Vázquez, estudiante y diseñadora de moda
María Vázquez, estudiante y diseñadora de moda Ana Caneiro

Jóvenes promesas

María Vázquez es una de las ganadoras de la última edición de la Mostra do Encaixe de Camariñas, junto a Teresa Búa. Estudia Diseño de Moda y ahora comenzará un erasmus en la IADE de Portugal. De los bocetos que lleva haciendo desde pequeña, a hacer realidad el sueño de crear su firma: Marrancia. Su hermana pequeña fue quien ideó el nombre artístico, que aunque no suene del todo bien, la estudiante cree que tiene «gancho», originalidad y que concuerda con su esencia. «Al más puro estilo cañero», la joven pretende romper esquemas alejándose del prototipo ideal.

En cuanto a inspiración, María Vázquez bebe del punk, del kitsch, del cine y de su ambiente personal. Su prenda fetiche es una cazadora de Dolly Parton, pintada a mano y «super hortera, pero ideal», afirma la joven. Es una colección con cuatro estilismos arriesgados, inspirados en la película El quinto elemento, que presentó en Camariñas, jugando con el rol de género, con prendas convencionalmente femeninas, pero adaptadas a hombres. «Me he quedado con ganas de volver a trabajar con Tere, ampliar la colección o idear otro proyecto en el futuro». La artífice de Marrancia quiere revivir la experiencia cuanto antes y seguir creciendo como diseñadora y como persona.

FormArte y Goymar son las dos opciones para estudiar en la ciudad

Las dos escuelas coruñesas de Diseño de Moda se diferencian en la edad. Goymar, en calle Magistrado Manuel Artime, tiene 35 años y cuenta con un programa de prácticas en más de cien empresas del sector con tasas de contratación posteriores por encima del 80 %. El centro trabaja con WGSN, la plataforma de análisis de tendencias a nivel mundial, utilizada por empresas del sector de gran calibre, y tiene convenios con centros de prestigio. FormArte, fundada el 2014 en San Andrés, es la otra opción. La subdirectora del centro, Marián Llonch, aseguró, en el desfile de graduación de la primera promoción, que «al contar con grupos reducidos, el trato es más personalizado». Entre sus objetivos se encuentra luchar para fomentar el desarrollo de la cultura visual.