Abre un centro en los Mallos para prevenir la violencia filioparental

Rodri García A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA CIUDAD

Vecinos de San Cristovo das Viñas que habilitan la casa rectoral para acoger a expresos
Vecinos de San Cristovo das Viñas que habilitan la casa rectoral para acoger a expresos Jacobo Ameneiro

Cáritas ultima una casa y un piso para acoger a exreclusos

15 sep 2017 . Actualizado a las 13:44 h.

«Tienen problemas. Pero no son el problema. Estamos con los jóvenes». Es el lema que podía leerse en un cartel situado en uno de los locales parroquiales de la iglesia de San Luis Gonzaga donde ayer responsables de Cáritas diocesana de Santiago-Interparroquial de A Coruña y la Fundación Amigó presentaban tres iniciativas sociales destinadas especialmente a jóvenes y familias.

Jesús María Etxetxikia Pérez, responsable de dicha Fundación, explicó la puesta en marcha del Proyecto Conviviendo, el primero en Galicia de este tipo, destinado a la prevención, orientación e intervención ante los conflictos familiares y sobre todo la violencia filioparental. Después de recordar que esta entidad, perteneciente a los terciarios capuchinos, lleva más de 30 años trabajando en Arteixo en el centro de la llamada Ciudad de los Muchachos, explicó que el 15 % de los delitos son por violencia de los hijos hacia sus padres y el objetivo de este centro, que estará ubicado en la tercera planta de los locales parroquiales de San Luis Gonzaga, en los Mallos, será «atajar el problema antes de que suceda».

En un encuentro con numerosos feligreses y presidido por el arzobispo, Julián Barrio, la directora de Cáritas Interparroquial de A Coruña, Pilar Farjas, explicó que desde hace tres años en la segunda planta de dichos locales han promovido clases de apoyo que imparten 14 voluntarias a 23 escolares. Es el proyecto Familia-Educa que ahora se amplía con apoyo terapéutico.

La tercera iniciativa la explicó Dolores Mantiñán, voluntaria de Cáritas de San Cristovo das Viñas, y es la habilitación de la rectoral de dicha parroquia para acoger a reclusos que acaban su condena; destacó la implicación que en la puesta en marcha de este proyecto ha tenido la unidad parroquial Santa Lucía-San Pablo que en los últimos dos años ha aportado algo más de seis mil euros procedentes de las coletas en una iniciativa «que es de toda la diócesis». Cáritas tiene actualmente tres habitaciones para presos que salen de permiso y en breve prevé contar con otras tres para los que acaban su condena.