En estas despedida de soltera no hubo copas, baile, ni sexi boys. «Como ella tiene un gimnasio y da clases dirigidas y entrenamientos personales no podía ser de otra forma», comenta Belén, una de las promotoras de la sorpresa a Olalla Eiriz López, propietaria del centro de fitness Vip Training, que se casa este próximo sábado. Un grupo de usuarias y las propias trabajadoras de la empresa urdieron el tema. «Quedamos en La Granera, cerca de su casa, para desayunar antes de la prueba. Cuando llegó empezamos a disfrazarla. Al principio no quería porque le daba vergüenza, pero al final se prestó», recuerda Belén. Lo cierto es que la novia se lo pasó en grande y no se apeó la sonrisa durante más de seis kilómetros. A Eva Friebel Paradela, de origen alemán y enfermera en Narón, le pasó algo similar. «Este grupo no pudo ir a la despedida que se organizó en Ourense y por eso decidieron darme esta sorpresa», comenta esta joven que se casa el mes que viene. «Me la liaron parda y nos reímos mucho», recuerda. Gran aficionada al running seguro que el año que viene, ya casada, no falta a la cita. ¿Se pondrán de moda las despedidas en la Carrera de la Mujer?